domingo, 12 de mayo de 2013

LA ASCENCIÓN DEL SEÑOR.




SOLEMNIDAD

Luego que el Señor Jesús se apareció a sus discípulos fue elevado al cielo. Este acontecimiento marca la transición entre la Gloria de Cristo resucitado y la de Cristo exaltado a la derecha del Padre. Marca también la posibilidad de que la humanidad entre al Reino de Dios como tantas veces  lo anunció Jesús. De esta forma, la Ascención  del Señor se integra en el Misterio de la Encarnación, que es su momento conclusivo.
La Ascención es un momento más del único misterio Pascual de la muerte y resurrección de Jesucristo y expresa sobre todo la dimensión de exaltación y glorificación de la naturaleza humana de Jesús como contrapunto a la humillación padecida en la pasión, muerte y sepultura.
Las oraciones de esta Solemnidad piden que permanezcamos fieles a la doble condición de la vida cristiana, orientada simultáneamente a las realidades temporales y a las eternas. Esta es la vida en la Iglesia, comprometida en la acción y constante en la contemplación.Porque Cristo resucitado, levantado en alto sobre la tierra, atrajo hacia sí a todos los hombres, resucitando entre los muertos, envió a su Espíritu vivificador sobre sus discípulos y por Él constituyó el Cuerpo de la Iglesia y por Ella unirlos a sí más estrechamente y alimentando con su propio Cuerpo y Sangre, hacerlos participar de la vida gloriosa... (Lumen Gentium, 48)



ACI Prensa.-

(almas_peq)

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