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| SAGRADA EUCARISTÍA |
17 de Marzo de 1977-
J- Yo estoy tan verdadero en la Eucaristía, como Yo lo estaba en la zarza ardiente del Sinaí.
Mandé a Moisés quitarse las sandalias para acercarse a Mí. Lleno de temor y de respeto, él se descalzó.
¡Yo soy el Amor en la Santa Eucaristía; pero soy Dios siempre! ¡Y los hombres se acercan a Mí sin temor y sin respeto!
Hija mía, mi Amor te ha instruido sobre la vanidad y la presunción de estos gestos exteriores que Me ultrajan y que Me hacen sufrir en Mi Cuerpo Místico.
Sé un ejemplo de respeto en la recepción de mi Sacramento de Amor.
Compensa la locura de los hombres con una mayor reverencia cuando Yo vengo a ti.
La desfachatez de los conductores de almas pasa los límites. Los sacrilegios se multiplican y la indiferencia de los fieles es el resultado de las enseñanzas perversas que ellos reciben.
En esta Iglesia que es Mía, se ha instalado una falta de respeto sacrílega, unas innovaciones que me hacen sufrir.
La indiferencia hiere cruelmente Mi Corazón. En verdad, Yo te lo digo: prefiero encontrarme entre manos profanas que no me conocen - y esto es excusa- que en las manos orgullosas de los que son cristianos de nombre pero no de corazón; mis almas elegidas no acatarán estas costumbres, y cuando vengan a Mí, como Moisés, se descalzarán. Con esto entiendo que no se acerquen a Mi más que con respeto y amor, en su actitud exterior e interior.
Aborrezco la vanidad de las almas que se igualan a Dios.*
12 de Junio de 1977
J- No os acerquéis a Mí más que con respeto: Cuanto tú vienes a Mí, deja todas tus preocupaciones, no pienses más que en Mí, que te espera y desea darse a tí.
Pues Yo te amo con todo mi corazón de Dios tan poco y mal amado.
En efecto, para algunos soy sólo un hábito, para otros soy una obligación a veces aburrida; para ti, quiero ser el Amor deseado, quiero hacer de tu alma un vivo reflejo de Mi Sagrado Corazón. No, querida hija mía, no me recibas jamás con indiferencia o llena de un montón de pensamientos que te impiden verme y saborearme.
Ven cerca de Mi para que Mi Amor entero te renueve.
Que ningún obstáculo separe nuestras dos almas que se unen para identificarse la una a la otra hasta no hacer más que una Unidad de Amor. *
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| Yo soy el Pan de Vida Eterna |
La Vida es el regalo
que Dios nos hace,
La forma en que
vivas tu vida es el regalo
que le haces
a DIOS.
Mensaje del Amor Misericordioso - TOMO 2 - LAP Argentina.
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