YO ENSEÑO EL CAMINO DEL CIELO A TODO HOMBRE DE BUENA VOLUNTAD. QUE NO TEMA SEGUIRME. LA RECOMPENSA SE HALLA AL FINAL. NADIE ESCAPA A SU DESTINO (Mensaje del Amor Misericordioso (1966)
domingo, 26 de junio de 2011
ÉL TIENE QUE CRECER Y YO TENGO QUE MENGUAR"
Juan Bautista, encontrándose con Jesús, reconoce al Mesías en Él. Bajo la acción del Espíritu Santo, percibe en Jesús lo que los profetas del Antiguo Testamento habían percibido en lo más hondo y lo más íntimo de Dios. El es un esposo para su pueblo. En la noche de la fe, ha abierto su corazón a Jesús y le ha dejado todo el sitio. Esperando la manifestación de Jesús en su Gloria, tal como lo expresamos en la oración eucarística, "esperamos tu venida en la gloria", nosotros también queremos dejar todo el sitio a Jesús. Es una condición necesaria para que podamos formar parte del "pequeño resto" y para que este "pequeño resto" se extienda en el mundo entero.
En el mensaje del 6 de Noviembre de 1995, leemos:
Margarita: Dios mío, ¿qué es pues lo que Tu llamas el "pequeño resto"
J- Hija mía, es el bien que queda victorioso en la guerra, pero que sólo se produce en la noche de los tiempos. Es la fuerza del Amor triunfando en los corazones insumisos, que se han vuelto conscientes de su debilidad. Un lugar de dulzura y de Misericordia los espera y suavemente, a fuerza de humildad encontrada o vuelta a encontrar, de caridad de los unos por los otros, comienzan a dominar su debilidad natural para abrazar al Amor, reencontrado más allá de las nubes que les ocultaban este bien manifestado en la noche, despertándose por fin al amanecer, en una paz que Yo, el Señor, he introducido con paciencia en el alma de tantos recalcitrantes al Amor; que los llamaba.
Los que hayan contestado a mi llamada, pertenecerán de ahora en adelante al "pequeño resto" en una entrega total y definitiva a lo que ellos comienzan ya a saborear en un abrazo que se hace cada vez más fuerte, para alejar el sufrimiento que el mal les causa continuamente.
¿ Durante el día? No lo veían porque no lo querían ver. ¿Durante la noche? Toda latitud se deja al poder de su Dios, para trabajarlos interiormente, achicándolos en sus miserias, hechas conscientes en su corazón, al amanecer sin bien saber cómo.
Créeme, hija mía, esto no es tan escaso como tú podrías creerlo.
"Pequeño resto". Comprende que para Mi es el mundo entero al que Yo apunto"
Estas palabras de Jesús en Mensaje son palabras llenas de esperanza para nosotros y también para todos aquellos por los cuales oramos para que se encuentren con nosotros en el paraíso.
Padre Ives-Marie Legrain, carmelita
Capellán Internacional de
la Legión de Almas Pequeñas
(S.B.)
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