sábado, 16 de julio de 2011

COMPASIÓN, ACEPTACIÓN



- COMPASIÓN: Es aprender a mirar a los demás de otra manera, desarrollando la capacidad de ternura que todos llevamos dentro. Es el hábito de buscar excusas a los errores ajenos, a sus defectos, a sus equivocaciones. De esa manera, podremos decirles lo que pensamos o sentimos pero sin violencia interior, sin odio, sin desprecios, y estaremos en paz con ellos.
Pero en el fondo de esta compasión con los demás, hay algo más hondo, una actitud de:
ACEPTACIÓN,ante todas las cosas. Esto es propio de las personas fuertes y seguras. Cuando el corazón se va haciendo fuerte, firme y seguro, apoyado en el poder de Dios, entonces ninguna cosa se siente como un enemigo. Aunque sea un peligro para nosotros, y aunque tengamos que protegernos de un animal, de una tormenta, de un acontecimiento, simplemente aceptaremos la realidad como es, sin sentir que el mundo es nuestro enemigo, sino aceptándolo. Podemos defendernos de los peligros externos con una gran calma interior, sin odios, sin violencia en el corazón, sin creer que todos son malos y que todo es malo.
Si nos aislamos del mundo y sentimos que todo es negativo, el mal está en nosotros mismos. Porque la realidad es que el mundo es obra de Dios bueno, que está presente en todas partes, y que nos quiere integrados en toda la realidad.



Esto es más que aceptar y tener compasión de los demás.
Aquí se da el paso para integrarlo todo, para aceptar que todo sea parte de mi vida, que nada sea extraño a mi existencia, eso es integración a la realidad.


"Amor, abarcando imparcialmente a todos los seres sintientes y no sólo aquellos que nos son útiles, agradables, o amenos. Amor, abarcando a todos los seres, sean de mente noble o de mente baja, buenos o malos. Los nobles y buenos están incluídos porque el amor fluye hacia ellos espontáneamente. Los de mente baja y rastrera son incluídos porque son quienes más necesitan amor.


 Puede que la semilla de la bondad haya muerto en muchos de ellos simplemente porque les faltó calor para crecer, porque murió de frío en un mundo sin amor. Amor, abarcando a todos los seres, sabiendo perfectamente que todos somos compañeros en el camino (...) que todos estamos sometidos a la misma ley del sufrimiento (...) Es la compasión quien levanta las pesadas trancas y abre la puerta a la libertad, quien hace el corazón pequeño tan grande como el mundo. La compasión arrastra consigo el letargo que nos deja inertes, abrumados, que nos paraliza, y da alas a los que están anclados a sí mismos". (Los Cuatro estados sublimes - Nyanaponika - Serenar la mente - R.A.Calle, Madrid, 2000.-)












Libro:"Claves para vivir en Plenitud" - Victor Manuel Fernández - Edic. San Pablo.- 




(S.B.)



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