SERENIDAD |
Cuando algo nos desagrada( un rostro, una música, el timbre de una voz, un juego, etc.) es porque contradice nuestros esquemas mentales. Pero esa realidad que me desagrada también tiene derecho a existir, a ser parte de este universo. Yo tengo mis opciones por la belleza y por la paz, pero, ¿qué es en realidad la belleza, qué es la paz?
¿Quién lo sabe? Yo no soy Dios, y las cosas pueden ser distintas a como las pienso y las siento.
Pero hay un consejo muy útil, que siempre me ha ayudado a reducir la tensión interior cuando algo me desagrada. Se trata de prestar toda mi atención precisamente a eso que me disgusta hasta que deje de molestarme.
Ante muchos imprevistos, interrupciones, exigencias ajenas, que rompen nuestros esquemas, descubrí que gastamos muchas energías, resisitiéndonos, lamentándonos,tratando de evitarlo para no hacerlo entrar en nuestros planes.
Frecuentemente perdemos demasiado tiempo, energías y fuerzas emotivas buscando excusas y luego tratando de disculparnos con este o aquel o discutiendo con quien nos pide algo. Y en realidad, perderíamos menos tiempo y energías -y no nos sentiríamos culpables- si hiciéramos lo que nos piden cuando está en nuestras manos, o si dijéramos que no con dulzura y con seguridad interior cuando reconocemos que no estamos obligados a hacerlo todo. Eso es <<dejar de resistirse>> y recuperar la paz.
(S.B.)
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