De pronto quisiera decirle a Dios: <<Aquí estoy para empezar el camino. Sé que es una llamada a la gloria, a crecer, a avanzar. Valgo más que esta falla en mi.Tú me quieres libre. Lo acepto. Es señal de que me estás tomando en serio. Vamos juntos. Dame tu gracia para entregarte lo que me esclaviza y para descubrir adónde me quieres llevar. Ayúdame a ver lo hermoso de este cambio para que alcance la madurez a la que estoy llamado>>
<<...Lo vamos a tomar en serio Señor, vamos a soltar aquello que debo soltar, aquello a lo que me estoy aferrando demasiado, desarmar esta estructura o fuerza que se formó en mí, muchas cosas debo cambiar Señor, y tengo que entregarme para que Tú me ayudes a recuperar mi dignidad>>... A veces son nostalgias, y a causa de ellas no puedo mirar las maravillas del presente, lo nuevo, lo distinto, y me conformo con vivir aferrado a las agonías del pasado.>>
<<Dios nos creó con una inclinación a la felicidad, al amor y a la perfección celestial. El deseo humano es insaciable, porque no se trata de cubrir necesidades reales con objetos reales, sino apetencias oceánicas con objetos simbólicos>>...
Es importante estar atentos para encontrar y aprovechar recursos prácticos que nos motiven a recuperar la libertad interior que perdimos y puedan ayudarnos a soltar lo que nos amarraba.
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