3 DE NOVIEMBRE DE 1991
M- Señor, ¿es normal conocer el miedo cuando uno posee el amor en su corazón?
J- La fe no excluye el miedo, lo modera y permite soportarlo ofreciéndolo.
El amor se independiza del miedo sin por eso suprimirlo. El miedo y la angustia forman parte de toda vida humana. Se transforman para el Amor en un medio poderoso de santificación y de purificación para el alma, sin alterar su potencia de amor.
Es necesario que el alma que sufre espere mi socorro en una santa presencia y Yo vengo, vendré entonces a consolarla, a afianzarla a hacerla digna de mis gracias, porque mi Amor es más fuerte que su miedo.
La animaré para que luche, manteniéndose igual a sí misma. Y en la soledad de su corazón herido, Yo le hablaré como a una niña asustada.
Acuérdate que la confianza puede apoyarse únicamente sobre la voluntad, independientemente de una humanidad temerosa.
Todo cristiano tiene como misión luchar para triunfar contra el mal (con la oración y el sacrificio), también contra sus tendencias que le hacen sufrir por su dependencia a lo que es contrario a las exigencias del Amor.
El sufrimiento ofrecido puede ser fuente de salvación para el mundo. Te invito, hija mía, a una gran confianza en Mi. Si es indispensable conocer la Cruz, es para conocer mejor la perfección del Amor, compartiéndola conmigo. Tienes que creer que no te pediré más de lo que tú puedes darme. Ylas alegrías serán siempre proporcionadas a tu generosidad. Nunca te faltará tu remedio: mi Santa Infancia.
M- El mismo día. Jornada espantosa, imposible dominar el sufrimiento. He intentado en vano superarlo. Náuseas, peso inmenso en todo el cuerpo. Ofrenda.
Fuente- "Mensaje del Amor Misericordioso a las Almas Pequeñas" -TOMO 4 - LAP Argentina (182-183)
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