miércoles, 2 de marzo de 2011

JESUS DA A CONOCER AL PADRE


- Nunca podremos equivocarnos en nuestra búsqueda de amar y conocer al Padre, siempre que escuchemos las enseñanzas de Jesucristo y las sigamos en cuanto Él se refiere al Padre Celestial. ¿Quién si no Jesuscristo nos podía hablar de Su Padre y de nuestro Padre, en forma acertada y verdadera?
Jesús se refiere al Padre en el Evangelio y también en el Mensaje del Amor Misericordioso y es por Jesús que nos dirigimos al Padre, a través de El aprendemos , a su ejemplo, a hacer en todo su Santa Voluntad "Es mi y vuestro alimento..."
El nos lo da a conocer: "Nadie conoce al Padre si no me conoce ya a Mi. Pues así como soy Uno en mi Padre, de la misma manera El es Uno en Mi" ( 18.05.70)

Jesús se afirma diferente del Padre en cuanto a Persona, sin embargo se identifica con El por su Naturaleza Divina y se dice a sí mismo nuestro Padre por la gracia que nos hace "participantes de su naturaleza divina".

"Tanto en la duda, en la desesperación, como en la alegría, os ayudo, porque soy su Padre Todopoderoso, que ama a sus pequeños con un Amor increado" (24.05.70)

"Yo estoy en aquél que Me quiere con el Padre y el Espíritu, y vivo en su corazón en toda mi plenitud" (31.05.67)

"Vivid vuestra vida de unión profunda en el Corazón de vuestro Padre" (24.05.70)

Y Jesús no solamente nos presenta al Padre, identificándose con Él y con el Espíritu Santo, sino que se ofrece al Padre en sacrificio por nosotros. "Mira mis manos atravesadas por los clavos, levantadas al Padre en un gesto de súplica ardiente para todos" (23.02.67) Jesús nos explica que ese doloroso y terrible sacrificio que ofrece al Padre por toda la humanidad, lamentablemente para la salvación de muchos será en vano. Pues se salvarán aquellos que lo desean y las almas de buena voluntad, que han valorado y aceptado el sacrificio de la Cruz y por ello  serán benditos del Padre en el Juicio final.
Jesús será nuestro Juez, pero para conducirnos al Padre y entregarnos en sus manos.







1 comentario:

  1. Para amar a alguien primero deberemos conocerlo, saber si coincidimos en su pensamiento, si nos gusta su manera de ser, su forma de sentir, su forma de actuar. De la misma manera para amar al Padre, lo debemos conocer mínimamente, pero cómo hacerlo, sino a través de las palabras encendidas de Jesucristo que tanto en el Evangelio como en el Mensaje del Amor Misericordioso nos habla del Padre como una persona distinta pero con la misma naturaleza divina. Nuestra fe en Cristo nos lleva a creer y confiar en sus palabras. Nos lleva a tener cada día más confianza y por fin más amor, ya que sin las enseñanzas de nuestro hermano y Padre Jesús, no lo podríamos hacer, debido a nuestra pequeñez y a nuestras contradicciones diarias y propias de un pobre ser humano, limitado e imperfecto. Gracias a Jesús llegamos a conocer al Padre y gracias a conocerlo podemos llegar a abrazar su Amor, Misericordia y Justicia.

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