Lo que pide el Padre, AMOR Y CONFIANZA:
- "Con más confianza en mi Misericordia, el Amor formará montañas de corazones, trastornando los planes del enemigo. Montañas de corazones que alcancen la cumbre de los cielos, por la fuerza de su testimonio, acogidos con alegría y cariño por el Padre Celestial, Creador de todas las cosas" (31.01.67)
¿Qué importa la pobreza? Siendo Dios y Padre, ¿no tengo Yo el deber de proteger los que cuentan únicamente conmigo? (02.01.67)
Un desprecio actual lamentable de la paternidad es probablemente la causa de la indiferencia y la desconfianza de algunos hacia el Padre Celestial. Su Autoridad, su Majestad incomparable forman una aureola que suscita admiración y adoración de los espíritus. Además, como hemos dicho, El es todo Amor, fuente misma de Amor. Entonces, ¿por qué la falta de amor que le tienen los seres humanos?
Probablemente esta suprema grandeza lleva una sombra sobre sus espinas falsamente democráticos y plenos de igualitarismos.
Evidentemente, no lo podemos tratar como un semejante. Si no, ¿donde estaría el respeto y la adoración, afectuosa? Pero desde el momento que nosotros lo respetamos podemos hablarle con familiaridad desde nuestra boca hacia su oído. El está en los Cielos, sí, pero al mismo tiempo ¡está tan cerca de nosotros!
Sí, queridas Almas Pequeñas, seamos felices de tener un Padre en el Cielo, que nos ama y presente en nuestros corazones ; a quien nada se le escapa en cuanto a lo que nos concierne y cuyos atentos cuidados se extienden al menor detalle de nuestra vida.
Por lo tanto no exageramos al tenerle confianza y total abandono filial.
- "Con más confianza en mi Misericordia, el Amor formará montañas de corazones, trastornando los planes del enemigo. Montañas de corazones que alcancen la cumbre de los cielos, por la fuerza de su testimonio, acogidos con alegría y cariño por el Padre Celestial, Creador de todas las cosas" (31.01.67)
¿Qué importa la pobreza? Siendo Dios y Padre, ¿no tengo Yo el deber de proteger los que cuentan únicamente conmigo? (02.01.67)
Un desprecio actual lamentable de la paternidad es probablemente la causa de la indiferencia y la desconfianza de algunos hacia el Padre Celestial. Su Autoridad, su Majestad incomparable forman una aureola que suscita admiración y adoración de los espíritus. Además, como hemos dicho, El es todo Amor, fuente misma de Amor. Entonces, ¿por qué la falta de amor que le tienen los seres humanos?
Probablemente esta suprema grandeza lleva una sombra sobre sus espinas falsamente democráticos y plenos de igualitarismos.
Evidentemente, no lo podemos tratar como un semejante. Si no, ¿donde estaría el respeto y la adoración, afectuosa? Pero desde el momento que nosotros lo respetamos podemos hablarle con familiaridad desde nuestra boca hacia su oído. El está en los Cielos, sí, pero al mismo tiempo ¡está tan cerca de nosotros!
Sí, queridas Almas Pequeñas, seamos felices de tener un Padre en el Cielo, que nos ama y presente en nuestros corazones ; a quien nada se le escapa en cuanto a lo que nos concierne y cuyos atentos cuidados se extienden al menor detalle de nuestra vida.
Por lo tanto no exageramos al tenerle confianza y total abandono filial.
Es la figura de Jesucristo y de su Madre tan fuertemente enraizada en nuestra fe que aparentemente olvidamos la Persona del Padre. Pero en realidad al amar tanto a Jesús, también amamos al Padre, porque sin el Padre no podrían existir las otras dos Personas ya que el padre fue el Creador de todo lo que existe. Es el origen de todo, aún del Hijo y del Espíritu Santo. No creo que haya una indiferencia total hacia el padre, y si la hay estoy seguro que su magnificencia ya la ha aceptado y sobretodo comprendido.
ResponderEliminarEn relidad somos muy pequeños para tener una conciencia amplia que abarque todo lo que implica creer en Dios, en Jesús y en el Espíritu Santo. Como bien dice Jesús, no podrán llegar al padre si no lo hacen a través del Hijo, y con la acción del Espíritu Santo.Sin embargo cada vez que rezamos el Padre Nuestro lo recordamos, aunque no tan conscientemente, deberíamos prometernos relexionar un poco más que si existimos es porque hay un Creador que es Dios Padre. A partir de ahora deberíamos rezarle o hablarle con confianza pues está tan cerca de nosotros... pues recuerden que cada hombre tiene dentro de sí un trocito del espíritu de eternidad de aquel que nos creó, nos dio la existencia, en fin del Dios Padre, Creador de todas las cosas.