B E N D I C I O N E S
Cierto hombre susurró:
¡Dios háblame!
Y el árbol cantó.
Pero el hombre no oía.
Luego, el hombre habló más fuerte
pidiendo:
¡Dios, háblame! Y un rayo cruzó el Cielo.
Pero el hombre no oía.
El hombre miró a su alrededor y dijo:
¡Dios, permite que te vea!
Y una estrella se iluminó con gran esplendor.
Pero el hombre no lo notó.
Entonces el hombre gritó:
¡Dios, muéstrame un milagro!
Y en ese minuto nació un bebé.
Pero el hombre no lo supo.
Luego, el hombre pide a gritos,
en desesperación:
¡Tócame Dios y hazme saber que estás aquí!
Dicho esto, Dios bajó y tocó al hombre.
Pero éste espantó a la mariposa que volaba a su
alrededor y continuó caminando.
No te pierdas de una bendición.
Sólo porque no viene envuelta
del modo en que tú esperas.
Mis instrucciones fueron enviar
este mensaje a personas maravillosas,
a quienes quiera que Dios bendiga
y te elegí a tí.
¡"La actitud lo es todo! Los amigos son ángeles"
(Ecos del Mensaje) - LAP Argentina
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