miércoles, 6 de julio de 2011

CARTA A UN AMIGO



Querido amigo:
No sabes cuánto tiempo hace que te quiero escribir esta carta.
Me han dicho que estás agobiado, pesimista en tu vida, que el mundo se oscurece para ti y yo pregunto ¿por qué?. Tienes lo suficiente para vivir. Una familia unida, unos amigos que te quieren. Tienes fe en Dios y miras el futuro con la visión del creyente, pero a pesar de todo estás triste... no te sientes feliz.


Ya sé que me vas a decir que tienes unos hijos a los que has educado con tanto cariño y los ves tan alejados de lo que tú querrías para ellos. No practican la religión, viven una vida materializada.
Sí, como tú me dices, están en una buena posición económica, pero... muy pobres de valores espirituales.
Y tú sabes que esto es un gran peligro para su salvación eterna. Tú los quieres y te da miedo que puedan no salvarse.
Éste es un motivo para la preocupación.
También me dices que una sobrina tuya, que estaba casada y que aparentemente vivían muy bien, porque no les faltaba nada, te ha dado un disgusto al comunicarte que se ha separado de su marido. Y tú piensas en los hijos que son creyentes... y que pagarán los platos rotos.






Estás desengañado de este mundo en el que reina la mentira, el egoísmo, la búsqueda insaciable del placer, que faltan valores morales y espirituales... y piensas que así el futuro se ve muy oscuro y la alegría no es la reina de los corazones.


Y lo malo de todo esto es que te ves impotente para remediar los males, que te parece que el mundo cada vez va peor, que nada se puede hacer. Ni siquiera las fiestas de la Navidad tienen la alegría y la paz de antes. ¡El mundo es un caos!






Te voy a decir lo que me ocurrió a mí este verano.
Era un día hermoso de sol. De pronto se oscureció, apareció un denso y oscuro nubarrón, casi no se veía. Se desataron truenos y relámpagos, rayos y centellas imponían su pavor. Aquello asustaba, pero nunca creí que esa situación fuera a durar siempre.
Tenía esperanza de que pasaría y así fue.
De nuevo el sol lució y el día brilló con su claridad y después resultó que el fresco que había dejado la tormenta alivió el calor del verano. En resumen, había salido ganando.


Moraleja, quizás es eso lo que falta a ti; vivir la esperanza de que todo pasa y, mientras, poner lo que está a tu alcance, para mejorar el presente en lo que puedas. Y tú puedes más de lo que piensas. Mejora tu vida y habrá menos mal en el mundo. Pide el perdón por los pecados que se cometen, harás más bien que lamentándote y quejándote. Ya sabes; contra la oscuridad de este mundo hace más una cerilla encendida que mil lamentaciones. Sé cerilla encendida en la oscuridad de este mundo.


Que tu cerilla sea la luz para muchos.Como lo es Jesús en este mundo de hoy.
Vive la Esperanza, tú tienes una misión muy importante en estos momentos. Salvar al mundo.


"Mis almas pequeñas pueden salvar el mundo. Formad Islotes de Santidad en todas las partes. Algunas almas santas en una parroquia pueden salvarla. Varias Parroquias que posean almas santas, pueden salvar un país. Hay que vivir e irradiar el Amor" (5-12-67)(Mensaje del Amor Misericordioso)




                                                  TOMAS SANZ
                                        ( Ecos de España  Nro. 145)




(almas_peq)







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