Cuando en la tierra infértil
no germina la semilla
que el labrador, confiado,
con un gran amor sembrara.
¡Señor! has que en nuestra alma
tu Gracia no sea vana!
Cuando en el horizonte
sólo las brumas asomen
y no haya ni esperanzas
de una estrellita clara
¡Señor! has que en nuestra alma
tu Gracia no sea vana.
Cuando todos nuestros sueños
parezcan tan solo sueños,
como si fuera imposible
que alguno se realizara.
¡Señor! has que en nuestra alma
tu Gracia no sea vana.
Cuando el dolor apriete
y ya las fuerzas nos falten
y no se encuentre un consuelo
que nuestras penas calmara,
¡Señor! has que en nuestra alma
tu Gracia no sea vana.
¡Señor! colma con tu amor
a nuestra indigente alma,
inúndala con tu luz,
has que en tu Fuego arda.
¡Señor! has que en nuestra alma
tu Gracia no sea vana.
(Colaboración)
Alma Pequeña L.A. Salvat
San Rafael - Mendoza
Argentina
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