lunes, 18 de julio de 2011

La verdadera sed de Jesús



1- ¿Quién es Aquel que nos pide de beber? El es el ungido y, el Salvador, que su sed tiene un objeto, porque es un deseo de algo.
El tiene deseo que le abramos nuestro corazón, tiene deseo de entrar en nuestra vida, tiene deseo que su persona, para nuestro bien, la pongamos en el primer lugar en nuestros amores, que estemos dispuestos a sacrificar nuestra vida por Él. Quiere a "nuestras personas" y tiene estimación así como es.
Jesús se preocupa de las personas que son seres conscientes e inmortales hechas a imagen y semejanza de Dios. Su alma espiritual está hecha para ser feliz en Dios. Con el destino eterno de la persona no se puede bromear porque es el valor más grande que existe. Somos nosotros, los hombres que bromeamos tristemente con las cosas serias, como la vida, nuestro destino, y hasta con el sufrimiento de los demás y del mismo Jesús.
Los hombres juguetean tontamente con poderes que Dios les dio, como el sexo, que nos permite transmitir la vida. 
 El hombre se ríe, juguetea a carcajadas, usa y abusa de esta facultad y hasta llega a matar, porque molesta, lo que es el fruto de sus diversiones y pretendidos placeres, con abortos.
Demasiadas veces jugueteamos con el amor y no tomamos en serio la sed de Jesús. A nuestra sed, sí la tomamos en serio, y no la apagamos el día siguiente, sino enseguida, y con bebidas a veces excitantes, que no son para la sed, sino para el placer.
Pensemos en la sed de Jesús cuando tenemos la oportunidad de satisfacer una necesidad del prójimo. 
Jesús sediento se oculta en él.




2- Jesús tenía en la Cruz otra sed.
En  las Bienaventuranzas Jesús nos dijo: "bienaventurados los que tienen hambre y sed de Justicia porque serán saciados.(Mt 5,6).
El ser humano para realizar la justicia tiene un solo camino: aceptar la voluntad de Dios y conformar con ella su conducta.
Justicia es un concepto que comprende todo lo que constituye la moral y la religión, con todos los deberes con Dios y con el prójimo. Jesús es el hombre justo, el hombre nuevo.
En el campo de Dios, que es nuestro mundo, hay trigo y cizaña. Nadie puede autodefinirse como buen trigo, sin embargo muchos tienen la tentación de hacerlo.
La palabra de Dios enseña que los justos según Dios, se ubican en el plan de Dios, son humildes y pequeños, y aceptan el misterioso actuar de Dios en la vida y en la historia, sencillamente.
El que cree en el plan se hace justo, las obras de bien sin la fe, no son suficientes, tienen valor si pasan por el plan de Dios. Obedecemos a los mandamientos por Amor a Cristo, pedimos perdón , y Dios lo concede, por los méritos de Jesús.
Este Plan de Dios es mucho más favorable para nosotros que si Dios aceptara nuestras obras así como son, sin los méritos de Jesús.***






Ecos del Mensaje- LAP argentina




(S.B.)

1 comentario:

  1. También el Mensaje de Jesús Misericordioso a las Pequeñas Almas, contiene el mismo principio de pequeñez, de sencillez y de humildad frente a la grandeza y Gloria de Dios, como también ante su Misericordia. En el Mensaje Jesús les dice a sus Pequeñas Almas, que no se preocupen por lo poco que puedan darle, ofrecerle,Él se encargará de hacerlo grande y valioso.
    Las Almas Pequeñas de la Legión, sabemos muy bien, que el ser humano no es nada, en su imperfección, todo lo que hacemos para bien es por gracia de Dios, que busca al hombre justo y sencillo para bendecirlo y perdonandolo llevarlo junto a El en el Paraíso algún día.

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