Jesús- La Cruz no es nunca sin medida. Su medida está proporcionada a la capacidad del sujeto para llevarla.
Ligera o pesada, la Cruz tiene el mismo valor de Redención.
Una Cruz en espera se reserva para los días de sufrimiento. El alma herida viene a Ella para extenderse sobre su madera. Y se hace Cristo a Imagen Mía.
En cualquier alegría, hay siempre un sitio, por pequeño que sea, para la Cruz.
La alegría es el don de tu Padre de los Cielos. Es el néctar del Cielo donde todo se comparte: alegría, sufrimiento. Este don presupone que toda vida humana está fuertemente impresionadas por el sufrimiento que tamiza toda alegría.
Yo soy el Amor y el Amor está por encima de toda cruz.
Por eso, no temas, ven a Mi con confianza. Te enseñaré cómo entregarte totalmente al Amor sin demasiado daño, pues Yo soy compasión... Yo soy Dios Misericordioso...
Mensaje del Amor Misericordioso - TOMO 4 - Pág. 314 - LAP ARGENTINA
(s.b.)
No hay comentarios:
Publicar un comentario