domingo, 7 de agosto de 2011

Un enemigo de la paz: ANSIEDAD


La persona ansiosa quiere tenerlo todo, nunca le basta lo que posee, nunca está conforme con lo que Dios le regala. Pero ya dice la Biblia que <<ningún hombre lo puede todo>> (Si 17,30) Es una gran sabiduría darse cuenta de eso.
Es cierto que hay que tener sueños y tratar de mejorar, pero sabiendo que todo tiene un límite, que no somos todopoderosos, ni infinitos.
Y lo más importante: que sepamos disfrutar de las pequeñas cosas que tenemos ahora sin estar pensando en las que no tenemos.






Porque muchas veces luchando por el futuro, nos perdemos el presente. Nos puede suceder como al hombre rico que nos presenta el Evangelio en Lc 12,16-21: ese hombre tenía muchas riquezas, pero no las disfrutaba porque estaba obsesionado por acumular. Al final, cuando se sintió satisfecho con lo que tenía, le llegó la muerte y ya no pudo disfrutarlo.


Hay quienes no acumulan dinero, pero quizás acumulan objetos, amistades, logros, obras que alimentan tu orgullo, o cualquier otra cosa. Y en esa ansiedad por conseguir ciertas cosas, no se detienen, no llegan a disfrutar de lo que poseen en este momento.
Y la vida se va acabando sin vivirla. Por eso el ser humano se debilita y se llena de angustias tontas.


La palabra de Dios te invita a detenerte en cada cosa, en cada persona, en cada pequeño placer. Si lo hicieras, para ser feliz te bastaría el aire, la luz, una flor, un té, una sonrisa, una tarea.
Que no te parezca poco si es un regalo de Dios.
Por eso dice la Biblia: <<Hijo, en la medida de lo posible, trátate bien>> (Si 14,11) y también te invita con ternura: <<No te prives de un día feliz>> (Si 14,14).










Ojalá todos nosotros desde ahora podamos poner en práctica estas realidades tan beneficiosas para vivir con bienestar y tranquilidad.***


                                        Víctor Manuel Fernández




(almas_peq)

1 comentario:

  1. Hoy más que nunca, en que reina el materialismo, el consumismo, la teoría de, tanto tienes, tanto vales, hoy en día en que la sociedad nos impulsa a tener cosas y títulos y riquezas, status , es ahora cuando el cristiano debe demostrar , plenamente convencido, consciente, de que la Verdad se halla en la otra orilla.
    Las Almas pequeñas, las almas que se consideran pequeñas sobretodo,deben ser humildes, sencillos, recatados y austeros, pues Dios nos enseñó que el tesoro que perdura se encuentra en las cosas simples, auténticas, en el amor, en la caridad. "Allí donde está tu tesoro, ·allí también está tu corazón" No somos eternos, vivamos para amar hoy, pues mañana ya puede ser tarde, a lo mejor mañana no estamos vivos y lo que no hicimos, será imposible de corregirlo. Cuando nos vamos de este mundo, ¿qué llevamos con nosotros? ¿Casa, autos, títulos,posición social?
    No, Dios nos juzgará por el Amor, por el Amor que brindamos a nuestro prójimo y por el amor con que hicimos nuestra vida.

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