Una persona de Occidente le preguntó una vez a un Obispo de la Europa Oriental, "¿Por qué la Iglesia de Occidente no ha pasado a través de persecuciones directas en una forma explícita, por ejemplo, perdiendo trabajos, propiedades y posesiones y aún nuestras vidas por la fe?"
El Obispo del Este replicó, "Porque le Iglesia en el Occidente no ha sido tan bendecida, pero tu tiempo está llegando".
Sabemos que históricamente la Iglesia es purificada y fortalecida por medio de las pruebas. Se aproximan tiempos difíciles, recordemos que al conformarnos nosotros mismos a Cristo estamos llamados a vivir en alguna forma Su Pasión y su Muerte. Pero hay que recordar siempre, que si entonces también tomaremos parte en la Resurrección de Cristo. Jesús nos prometió durante la Ascensión, "Y he aquí que Yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo" (Mt 28:20).
Examinemos a manera de meditación, qué es lo que Nuestro Señor nos diría si anhela que nuestros corazones estén completa e íntimamente unidos al Suyo Resucitado y Eucarístico, que a través de nuestra unión íntima corazón-a-corazón, ascendamos y nos remontemos al cielo con El.
El Jesús de la Ascensión nos dice a cada uno de nosotros:
"Abandónense a Mi, permítanme tener sus corazones junto al Mío. Deseo que no haya separación entre sus corazones y el Mío. Pidan con sus corazones que cualquier cosa que los separe de Mi, sea quitado. Permitan que el deseo de sus corazones sea por Mi y Yo los llenaré con todo tipo de gracia y bendición. Oren con amor en sus corazones, queridos hijos, y estas oraciones ascenderán como luces de vida al trono de Mi Padre en los Cielos.
Cuando ustedes oren con amor en su corazón, su alma está abandonada a Mi cuidado, sus oraciones repican a través del Cielo y se unen con aquellas que se han ido antes que ustedes"
"RECUERDEN QUE ESTOY SIEMPRE CON USTEDES"
"El Dogma y el Triunfo" - Pág.85-86 - Vox Populi Mariae Mediatrici.-
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