28 DE JUNIO DE 1977
J- Respetar la obediencia, es adherirse por ambas partes al único poder que yo reconozco sobre esta tierra: la sede de Pedro. Por unos caminos indirectos que despistan a veces la comprensión de los hombres, amigos y adversarios se encuentran en el mismo terreno: el Papado. El nudo del problema está ahí y solo se puede desatar ahí. Graves sacudidas quebrantan la Iglesia... He conocido otras. La solidez del edificio está a toda prueba, piensen lo que piensen, pues Yo soy su Gran Constructor y los materiales que Yo uso, no vienen de los hombres. El Cielo entero se asoma con ternura y protección sobre el doloroso calvario de Aquel que me representa aquí abajo. Yo te lo confío; la desobediencia que suscita tantas pasiones dentro de la Iglesia, puede llegar a ser una fuente de gracia al conducir indirectamente a la obediencia total, no sin dificultad porque han ido demasiado lejos: los unos en sus irreductibilidades, y los otros en sus sacrilegios. Si el Amor los guiara, todo se resolvería pronto en El, pero las sacudidas provocadas por el orgullo impiden la pacificación de los corazones.
Al mismo tiempo que se reconoce la Santidad de la Iglesia, se puede también reconocer la ineptitud de los hombres, que la componen, para conducirla hacia las más altas cumbres de la caridad cristiana.
Todo se deteriora aquí abajo y sin embargo todo es gracia y todo sirve. El hijo pródigo hace llorar a su Padre, el mal hijo que deshonra a su Padre por sus ultrajes, lo hace llorar más
La Iglesia se compone de hijos que sufren y de hijos que hacen sufrir al Padre de la Iglesia. Mi Hijo sobre la tierra, obediencia azotada por los que deberían usarla como un escudo.
Desobediencia de los que, queriendo actuar bien, no han entendido, siquiera que Yo el Hijo de Dios, vine para obedecer a unas criaturas y darles así el más hermoso ejemplo de humildad que sea: la humildad de un Dios!...
Mensaje del Amor Misericordioso - TOMO 2 - Págs. 154-155-LAP Argentina.
(S.B.)
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