lunes, 19 de septiembre de 2011

NUESTRA SEÑORA CORREDENTORA, MEDIADORA, ABOGADA.

"El Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros"
MADRE Y SEÑORA DE TODOS LOS PUEBLOS
El don del Precioso Cuerpo , Sangre, Almas y Divinidad de Jesús, que también es el don que viene de la fruición en el Calvario, está íntimamente unido a Nuestra Señora Corredentora, por que su Preciosa Sangre es también su sangre. Su Preciosa Sangre fue dada El por la Madre; los Corazones de Jesús y María fueron unidos primero en la matriz de la Madre, cuando la sangre del Corazón Inmaculado fue bombeado a su matriz, donde fue formado el Corazón de Jesús. De la Sangre del Corazón de Jesús Cristo, in utero."El verbo se hizo carne y habitó entre nosotros"(Jn 1:14) Su carne está formada completamente de la carne de María. Y por tanto, el don precioso de la Eucaristía, el verdadero Cuerpo y Sangre de nuestro Señor, en la cual se encuentra el Corazón de Cristo, ha sido posible para nosotros sólo a través de la mediación de María. Los dones de la Eucaristía y nuestra Señora Corredentora son inseparables en un sentido real.






En la gran obra del siglo XV "La Imitación de Cristo" por Tomás de Kempis, las mediaciones están expresadas en primera persona del singular, como si Jesús estuviese hablando directamente al corazón del lector. En una forma similar, podríamos también oír las palabras de Nuestro Señor diciendo a cada corazón humano:"Abandónense a Mi, en Mis manos, encomiéndenme su espíritu y yo los presentaré a Mi Padre en los Cielos. No retengan nada de ustedes mismos, confíen en Mi. Yo soy Su Señor y Salvador. Soy la fuerza de su vida. Ustedes no morirán si mueren a ustedes mismos , puesto que les daré vida eterna. Tomen Mi Cuerpo y Mi Sangre, y únanse a Mí en UNión Eterna. Sientan mi presencia dentro de ustedes mismos y sean felices. Busquen Mi presencia en los otros y unánse a ellos en fraternidad, pues yo estoy en cada uno de ustedes siempre. No desesperan, sino alégrense, porque yo estoy con ustedes. Recuerden Mi Pasión, que sufrí por la humanidad; no permitan que sea en vano. Vengan al pie de Mi Cruz y permanezcan de pie con mi Madre.




Escúchenla  , confórtense con Ella, permítanle ser su guía. Mantengan su compañía al pie de Mi Cruz, Ella está esperando ahí siempre con los brazos abiertos. Vengan a Mi, los espero"  




El Dogma y el Triunfo - Págs.13-14 - Vox Populi Marie Mediatrici






(S.B.)

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