LA ESPIRITUALIDAD DE:
SAN JUAN DE LA CRUZ
Al descender esta noche,
recuérdame otra vez,
que el alma
que anda en amor,
no cansa ni se cansa.
Pero si mantengo mi alma abierta a cada memoria
admitiendo cada imaginación,
en un tiempo no reconoceré la diferencia
entre aquello que lo mejor de mi alma ha obrado,
y aquello que el demonio ha traído.
Señor, sujeta mis distracciones,
que me apartan
de la única cosa que importa:
mi deseo de ir más allá
de lo que puedo entender,
hacia una vida contigo
que excede todos mis intentos
de comprensión.
Desciende ahora sobre mi alma
como un río de paz,
para liberarme de mis incertidumbres,
de mi miedo a la noche.
<<Las puertas cerradas liberan el alma>>
Libro: "No temas a la noche"- Jhon Kirvan - Edic. Paulinas- Bs. As. 161-162
(almas_peq)
No hay comentarios:
Publicar un comentario