9 de julio de 1991
M = Margarita
M Meditación.
Jesús ha conocido muchas dificultades cuando instituyó la Santa Eucaristía. Hubo los que no podían ni querían creer en su amor (incomprensión de sus discípulos) este amor que Él quería dejar en herencia a sus hijos: esto es mi Cuerpo, esto es mi Sangre. Jesús sabía ya que en los siglos después de su venida entre nosotros, Él conocería muchos ultrajes. Sabía que los enemigos de su Sacramento de Amor vendrían a insultarle, que las Formas consagradas serían profanadas en unas reuniones infames.. Ha tenido que afrontar, y hoy más que nunca, la indiferencia de nuestros cristianos, e incluso la traición de algunos sacerdotes indignos que consagrarían la Forma para darla voluntariamente a unas conciencias mancilladas por el pecado.
Sin duda ahí está la causa de la tristeza del Corazón de Jesús. Jesús sabía todo esto: insultos, indiferencias, ingratitudes, Le aplastaría. Pero sabía también que unas almas Le amarían hasta la muerte, en el sufrimiento y la entrega. Si estas almas han consolado a Jesús, Él las ha amado, las ha reconfortado con su Amor Total en la Santa Eucaristía.
Hoy tenemos que ir a contracorriente para volver a colocar a la Santa Eucaristía en el lugar que le pertenece de derecho.
Mensaje del Amor Misericordioso - TOMO 4 - Pág. 95 - 96
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Paz, Alegría y Amor
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