Madre y Señora de Todos los Pueblos |
"María va antes que nosotros y nos acompaña. El viaje silencioso que empieza con su Inmaculada Concepción y pasa a través de su "sí" de Nazareth, que la hace la Madre de Dios, encuentra en el Calvario un momento particularmente importante. Ahí también aceptando y asistiendo en el sacrificio de su Hijo, María es el amanecer de la Redención; -Crucificada espiritualmente con su Hijo crucificado (cf: Gál. 2:20); contempló con heroico amor la muerte de su Dios, <amorosamente consintió en la inmolación de la Víctima que ella misma había traído al mundo> (Lumen Gentium 58) ...
De hecho, en el Calvario se unió a sí misma con el sacrificio de su Hijo, lo cual lleva a la fundación de la Iglesia; su corazón maternal compartió hasta lo más profundo la voluntad de Cristo <para unir en uno todos los hijos dispersos de Dios> (Jn. 11:52). Habiendo sufrido por la Iglesia, María merece ser la Madre de todos los discípulos de su Hijo, la Madre de su unidad... De hecho, el rol de María como Corredentora no cesa con la glorificación de su Hijo".
Libro : EL Dogma y el Triunfo - Mark Miravalle - Pág.113 - Vox Populi Mariae Mediatrici.-
Anunciación de María |
(almas_peq)
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