sábado, 14 de enero de 2012

LA FE DE LA VIRGEN MARÍA.


Su madre y sus hermanos fueron a verlo, pero no pudieron  acercarse a causa de la multitud. Entonces le anunciaron a Jesús: "Tu Madre y tus hermanos están ahí afuera y quieren verte" Pero Él les respondió: "Mi Madre y mis hermanos son los que escuchan la palabra de Dios y la practican". (Lc.8,19-21)


Cuando Jesús terminó de hablar, una mujer levantó la voz en medio de la multitud y le dijo: "Feliz el seno que te llevó y los pechos que te amamantaron" Jesús le respondió: "Felices más bien los que escuchan la palabra de Dios y la practican". (Lc. 11, 27-28)


Casi 20 años pasaron desde aquel día en el templo de Jerusalén. María ha enviudado y ha visto partir a su Hijo hacia Su misión. A partir de entonces poco aparece la Virgen María en los textos, pero aún así existen dos pasajes, citados en primer lugar, en donde vemos con claridad su profunda vivencia de la fe.
En uno de ellos, puede parecernos que Jesús relega a su Madre en sus palabras, pero, ¿en quién sino en Ella supo escuchar la palabra de Dios y llevarla a la práctica sin descanso y a pesar de todo? Es por esto que la bienaventuranza de Jesús realza más a la pronunciada por la mujer anónima. Sí; María es feliz por ser la Madre, pero más todavía por haberse puesto en las manos de Dios para vivir en su servicio. María es Madre en la Fe, por su Sí incondicional a la Voluntad Divina.Una Fe generadora de vida y por eso es vigorosa y fecunda.


¿No es María la primera entre aquellos que escuchan la Palabra de Dios y la cumplen? Sin lugar a dudas María es digna de bendición, no solo por haber sido la Madre de Jesús según la carne, sino también y sobre todo porque ya en el instante de la Anunciación ha acogido la palabra de Dios, porque ha creído, porque fue obediente a Dios, porque "guardaba" la Palabra y "la conservaba cuidadosamente en su Corazón"(Lc.138-45; 2,19-51) y "la cumplía totalmente en su vida"( Redemptoris Mater, 20).
Es el modelo sencillo de quien escucha a Dios vivido hasta el extremo.La Fe de María no es solamente receptiva, abierta enteramente a los planes de Dios, sino que es una Fe para los demás.


Por la Fe, María descubre que su tarea maternal no concierne solo a Jesús sino que se va ampliando hasta abarcar a todos los hombres.(...)




Libro: "María, Su Camino y el Nuestro"- Marcelo Murúa - Ediciones Paulinas - Bs. As. (45-46-47)


(almas_peq)

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