miércoles, 16 de marzo de 2011

EL PERFUME DE DIOS: LA HUMILDAD


" EL PERFUME DE DIOS: LA HUMILDAD"

LA HUMILDAD es el perfume de Dios, porque es la virtud que más le agrada, la fragancia que le complace, lo desarma y lo acerca a los humanos; cuán más HUMILDE, más se parece uno a Dios; quien no pregona sus gracias, sino que obra con sencillez y sin ostentación.

LA HUMILDAD es el principio y fundamento de todas las demás virtudes humanas y divinas.

LA HUMILDAD es la piedra angular de toda santidad, es la raíz y fuente de los valores espirituales y morales. Las raíces están escondidas, pero se perciben y se gozan de sus frutos, así LA HUMILDAD verdadera. no aparece y nunca resalta; los hechos son su mejor testimonio.
Cristo, para realizar su estupenda obra de la redención humana, escoge por madre a la más HUMILDE de las doncellas. Fuera de María, nadie se da cuenta de tan trascendental acontecimiento, ni siquiera San José, su legítimo esposo, excepto una HUMILDE campesina, su prima Isabel , por inspiración divina.

La auténtica HUMILDAD no consiste en que uno se HUMILLE, sino en que le HUMILLEN a uno.

Cristo al nacer quiso ser HUMILLADO, precisamente por los mismos a quienes venía a salvar, hasta el grado de nacer entre animales (...)



Revista ECOS - LAP Argentina
                                     

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