2 de Septiembre de 1977
M- Lo que yo pedí al Señor no me ha sido concedido. ¿Paciencia? He faltado de paciencia.
¿Sumisión de mi voluntad en medio de las tinieblas del espíritu y de amargura del corazón? Mi voluntad está sumisa; sí, pero no he podido contener la amargura del corazón y se ha desbordado!
¿La PAZ? En algunos momentos del día, sí! en otros momentos, solo nerviosidad que no conseguía dominar.
¿La ALEGRÍA? he intentado hacer como si estuviera y, en las circunstancias en que sabía que sentaría bien, he puesto alegría en mi comportamiento: una máscara para ocultar una angustia y no hacer daño a los que tanto necesitaban ser confortados... ¡Hijos míos!
¿El Amor? He dicho palabras que no sentía dentro de mi corazón... El cansancio, el agotamiento nervioso y físico me impedía notarlo en mí. ¿Con los demás? He intentado ser la paz, la alegría y el amor. Uno sabe que Dios lo es todo y que uno no es nada!... Uno protesta de su nulidad y parece que no es más que hipocresía. No lo quiero, pero a veces me siento tan cansada que no reacciono como Jesús quisiera que lo hiciera. Entonces olvido que no soy nada porque Dios me da Su Corazón para amar. Esto también es verdad: sólo me siento yo misma en la entrega total de mi yo, tal como es, a fin de que Jesús lo utilice para ayudar a los demás; pero Señor, qué desagradable soy yo a veces!
No quiero desanimarme, esto haría demasiado el juego del Enemigo!.
¿Lo que yo quiero? Amar más allá de todas esas miserias, comprender al fin, que es una gracia inmensa verme tal como soy!
Es verdad también que el Enemigo que hay que combatir está dentro de mí y no fuera!
Necesito de Dios, de su socorro... hay tanto por hacer, y me frenan tanto mis limitaciones! No hay un día sin sufrimiento.
Lograr amarlo, esto es la meta! Dios es, para mi corazón, la esperanza del momento presente y del mañana
... ... ...
He hecho este pequeño examen de conciencia para intentar ver hacia donde deben tender mis pobres esfuerzos para realizar en todo mi ser el Plan de Dios.!
El es todo!
Yo no soy nada!
Acepto que El se sirva de mi nada, es todo lo que puedo ofrecerle!
Libro: Mensaje del Amor Misericordioso -Tomo 2 - Pág.189 - 190 - LAP Argentina
M- Lo que yo pedí al Señor no me ha sido concedido. ¿Paciencia? He faltado de paciencia.
¿Sumisión de mi voluntad en medio de las tinieblas del espíritu y de amargura del corazón? Mi voluntad está sumisa; sí, pero no he podido contener la amargura del corazón y se ha desbordado!
¿La PAZ? En algunos momentos del día, sí! en otros momentos, solo nerviosidad que no conseguía dominar.
¿La ALEGRÍA? he intentado hacer como si estuviera y, en las circunstancias en que sabía que sentaría bien, he puesto alegría en mi comportamiento: una máscara para ocultar una angustia y no hacer daño a los que tanto necesitaban ser confortados... ¡Hijos míos!
¿El Amor? He dicho palabras que no sentía dentro de mi corazón... El cansancio, el agotamiento nervioso y físico me impedía notarlo en mí. ¿Con los demás? He intentado ser la paz, la alegría y el amor. Uno sabe que Dios lo es todo y que uno no es nada!... Uno protesta de su nulidad y parece que no es más que hipocresía. No lo quiero, pero a veces me siento tan cansada que no reacciono como Jesús quisiera que lo hiciera. Entonces olvido que no soy nada porque Dios me da Su Corazón para amar. Esto también es verdad: sólo me siento yo misma en la entrega total de mi yo, tal como es, a fin de que Jesús lo utilice para ayudar a los demás; pero Señor, qué desagradable soy yo a veces!
No quiero desanimarme, esto haría demasiado el juego del Enemigo!.
¿Lo que yo quiero? Amar más allá de todas esas miserias, comprender al fin, que es una gracia inmensa verme tal como soy!
Es verdad también que el Enemigo que hay que combatir está dentro de mí y no fuera!
Necesito de Dios, de su socorro... hay tanto por hacer, y me frenan tanto mis limitaciones! No hay un día sin sufrimiento.
Lograr amarlo, esto es la meta! Dios es, para mi corazón, la esperanza del momento presente y del mañana
... ... ...
He hecho este pequeño examen de conciencia para intentar ver hacia donde deben tender mis pobres esfuerzos para realizar en todo mi ser el Plan de Dios.!
El es todo!
Yo no soy nada!
Acepto que El se sirva de mi nada, es todo lo que puedo ofrecerle!
Libro: Mensaje del Amor Misericordioso -Tomo 2 - Pág.189 - 190 - LAP Argentina
Margarita, la mensajera de Jesús |
No hay comentarios:
Publicar un comentario