Rv: [parareflexionar] #1# ¿De dónde Usted Viene? ¿Para Dónde Usted Va?

LAP Argentina

2011- Año de la Vida

        

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De: Paulo Barbosa <tprobert@terra.com.br>
Para: parareflexionar@listas.americasnet.com
Enviado: miércoles, 27 de julio de 2011 20:22
Asunto: [parareflexionar] #1# ¿De dónde Usted Viene? ¿Para Dónde Usted Va?

"Agar, sierva de Sarai, ¿de dónde vienes tú, y a dónde vas?"
(Génesis 16:8)

"Usted sabe que sus hijos crecieron cuando  ellos  paran  de
preguntar de dónde vinieron y se recusan a decir para  donde
están yendo."

Sabemos que Jesus Cristo nos  transformó  y  que  somos,  de
verdad, nuevas criaturas, cuando, conscientemente, decimos a
todos de dónde vinimos y, con mucho más  énfasis  y  júbilo,
para donde estamos yendo y quien está nos llevando.

Antes  del  encuentro  maravilloso  con  nuestro  Salvador,
andábamos  desgarrados,  sin  rumbo,  sin    sueños,    sin
propósitos, sin alegría en  el  corazón.  Nuestra  vida  era
huera, sin  ideales,  sin  colores,  sin  dirección.  Fuimos
hallazdos, alentados,  perdonados,  restaurados.  Recibimos,
del propio Cristo, la base para  un  crecimiento  espiritual
que nos eleva hasta los Cielos y nos  impulsa  por  todo  el
eternidad.

Sí, sabemos de dónde vinimos. Y la vida que vivíamos, sin el
Señor, no nos ofrece buenas  remembranzas.  Pero,  desde  el
momento en  el  que  lo  encontramos,  adquirimos  placer  y
motivación. Ya no andamos  sin  rumbo,  ya  no  vivimos  sin
objetivos, ya no seguimos para lugar ninguno.  Seguimos  por
fe, acompañados por la esperanza, entrenados por el amor. No
estamos más apagados, sin brillo  y  sin  encantos.  Nuestra
alma ya sabe cantar,  nuestro  corazón  camina  a  pasos  de
danza, nuestros ojos vibran de contentamiento.

No nos recusamos, como los hijos de nuestra  ilustración,  a
decir para donde  estamos  yendo.  Tenemos  satisfacción  en
proclamar que estamos yendo, con Jesus, por las sendas de la
dicha, en dirección a las  moradas  celestiais.  No  sabemos
cuando llegaremos allá, pero creemos que en  el  momento  de
Dios,  llegaremos.  Y  allá  viviremos...  y    allá    nos
alegraremos... y allá nuestro regocijo será completo.

Es a nosotros una grande bendición poder decir que el  Señor
perdonó los pecados de nuestro pasado y nos acompaña en éste
nuevo camino de vida y victorias. Sí, no podríamos  alcanzar
bendición mayor.

¿Y usted? ¿Sabe de dónde viene? ¿Sabe para dónde  va?  ¿Está
disfrutando esta grande bendición?

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Paulo Barbosa
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