lunes, 5 de diciembre de 2011

LA CORREDENCIÓN DE MARÍA...


En su discurso de la audiencia general del 9 de abril de 1997, el Santo Padre, Juan Pablo II usa el ejemplo del llamado de San Pablo a todos los Cristianos para ser "colaboradores de Dios" (1 Cor. 3,9) o en algunas traducciones "co-trabajadores" y también especifica la cooperación excepcional de María en la obra de la Redención (sin inferir ninguna igualdad entre los Cristianos, la Sma. Virgen María y el acto excepcional de la redención logrado por Jesucristo solo):


"Más aún, cuando el Apóstol Pablo dice: "Ya que somos colaboradores de Dios" (1 Cor 3,9), sostiene la posibilidad real del hombre de cooperar con Dios. La colaboración de los creyentes que excluye obviamente cualquier igualdad con ´Él, está expresada en la proclamación del Evangelio y en su contribución personal al tomar raíces en los corazones humanos.


"Sin embargo, aplicado a María, el término co-operador adquiere un significado específico. La colaboración de los Cristianos en la salvación toma lugar después del evento del Calvario, cuyos frutos se esfuerzan en derramar por medio de oración y sacrificio.
María en cambio, co-operó durante el evento mismo en el rol de madre; por tanto su cooperación abarca la totalidad de la obra salvadora de Cristo. Ella sola fue asociada de esta manera con el sacrificio redentor que mereció la salvación de toda la humanidad.
En unión con Cristo y en sumisión a Él, colaboró en obtener la gracia de la salvación para toda la humanidad"




En todos los casos del uso Magisterial del término Corredentora, el prefijo 'co' no significa 'igual a' sino viene de la palabra del Latín, "cum" que significa "con". El título de "Corredentora" aplicado a la Madre de Jesús nunca pone a María en el mismo nivel de igualdad con Jesucristo, el divino Señor de todos, en el proceso de la redención de la humanidad. Más bien, denota el singular y único compartir de María con su Hijo en el trabajo de la redención y salvación de la familia humana. La Madre de Jesús participa en el trabajo redentor de su Hijo Salvador, que solo pudo reconciliar a la humanidad con el Padre en su gloriosa divinidad y humanidad".




Libro: "El dogma y el Triunfo" - Mark Miravalle - Vox Populi Mariae Mediatrici -(114-115)

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