2 - SONREÍR
"El que reina en el Cielo se sonríe"
(Sal. 2,4)
"Miren hacia él
y quedarán resplandecientes".
(Sal 34, 6 )
Al comienzo del día es bueno imaginar a Jesús, tratar de contemplar su rostro amable, feliz, serenamente gozoso. Y también imaginar que me mira con amor y me dice: <<Vamos Víctor, comencemos este nuevo día. No te detengas. Este día vale la pena>>.
Es bello empezar el día con esa conciencia de ser mirado con amor, para poder caminar envuelto por ese amor que sostiene y que anima.
Y ante esta invitación puedo tratar de responder con una sonrisa, dejar que poco a poco vaya brotando esa sonrisa, que es como decirle sí a la vida, como aceptar que Jesús, que me ama, me lleve donde El quiera. Luego, puedo mirar esa sonrisa en el espejo, con la decisión de enfrentarlo todo con amor y esperanza.
Algunos días podemos hacer algo más: reír. Si no podemos reír a carcajadas, al menos intentemos provocar una leve risa.
Ríamos de nosotros mismos, de nuestros errores, de nuestras tonterías, de las veces que nos enojamos inútilmente.
Demos vueltas y vueltas y luego caigamos en un sillón riendo, dándole gracias a Dios por su paciencia con nosotros y porque nos regala otra oportunidad.
ORACIÓN
* Señor, quiero dejar brotar
una sonrisa para Ti y entregarme
a la vida con esperanza, porque también hoy
estaremos juntos. Estarás conmigo,
* Señor, caminando este día.
* Con tu amistad yo puedo enfrentar
todo lo que venga, podré ver en todo
* una oportunidad, un sueño, un desafío.
* Escucho tu invitación a la vida,
y quiero decirte que sí, Señor.
* Aunque he vivido muchos días grises,
llenos de fracaso, hoy quiero intentarlo
una vez más.
*Porque todo lo que me sucede puede ser
transformado por tu amistad.
* Dame la gracia de reconocerte a mi lado,
ya que si me ayudas a verte a mi lado,
* hoy será un buen día.
* Enséñame a despertar esta sonrisa para ti.
* Vamos, Jesús, empecemos este día,
porque contigo todo es diferente.
Amén.
una sonrisa para Ti y entregarme
a la vida con esperanza, porque también hoy
estaremos juntos. Estarás conmigo,
* Señor, caminando este día.
* Con tu amistad yo puedo enfrentar
todo lo que venga, podré ver en todo
* una oportunidad, un sueño, un desafío.
* Escucho tu invitación a la vida,
y quiero decirte que sí, Señor.
* Aunque he vivido muchos días grises,
llenos de fracaso, hoy quiero intentarlo
una vez más.
*Porque todo lo que me sucede puede ser
transformado por tu amistad.
* Dame la gracia de reconocerte a mi lado,
ya que si me ayudas a verte a mi lado,
* hoy será un buen día.
* Enséñame a despertar esta sonrisa para ti.
* Vamos, Jesús, empecemos este día,
porque contigo todo es diferente.
Amén.
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