lunes, 25 de abril de 2011

UN TIEMPO DE CAMBIO

RESURRECCIÓN DEL SEÑOR

PASCUA, TIEMPO DE ESPERANZA


Queridas Almas Pequeñas, estamos compartiendo una nueva Pascua. Cada año, Jesús resucita entre nosotros. Y con Él, también lo hacen nuestra fe y nuestra esperanza, pero lo más importante es que- con su resurrección- Jesús nos invita a una vida nueva.
Pero, esta transformación no debe ser cosa del momento, para que luego la olvidemos y nos hundamos nuevamente en nuestras rutinas. Todo este último tiempo, la Cuaresma y el Triduo Pascual, no son más que una innegable invitación al cambio.
A lo largo de esos días fuimos motivados a hurgar en nuestro interior, buscando verdades y mentiras, virtudes y miserias. Seguramente este "gran examen de conciencia" concluyó en los primeros días de la Semana Santa, al recibir el Sacramento de la Reconciliación. Ahora bien, ¿tiene algún sentido toda esta vivencia si no la llevamos a la práctica? La respuesta no podía ser más simple: no.




Si no somos conscientes de ello, y vivimos la Pascua solo como "esa época del año en la que no se trabaja ni se estudia", podemos decir sin lugar a dudas, que en el fondo de nuestros corazones Cristo murió por nada.
Es duro decirlo, pero es cierto. Dios, en su infinita misericordia, nos da a cada minuto la posibilidad de cambiar, de mejorar, de convertirnos. Tenemos que abrirnos al mensaje de amor y esperanza que Cristo trae a todos; a los que estamos solos y agobiados por tantos problemas.
Sólo una vez que hayamos hecho nuestro el amor y el sacrificio de Jesús, podremos decir que El nació, murió y resucitó en nuestros corazones.
Hermanos, aprovechemos este don del amor Dios, no dejemos pasar estas Pascuas como cualquier fin de semana largo, no la desperdiciemos. Vivámosla como lo que es: un tiempo de cambio.




Tiempo de florecer
     S.B.

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