YO ENSEÑO EL CAMINO DEL CIELO A TODO HOMBRE DE BUENA VOLUNTAD. QUE NO TEMA SEGUIRME. LA RECOMPENSA SE HALLA AL FINAL. NADIE ESCAPA A SU DESTINO (Mensaje del Amor Misericordioso (1966)
lunes, 9 de mayo de 2011
PISA FUERTE Y DEJA HUELLAS
Pisa fuerte el que sabe lo que quiere, lo que busca, lo que pretende, lo que espera.
Pisa fuerte el que aunque sea a lo lejos, divisa una luz que la orienta y lo acompaña; una luz, que si no le ilumina todo el panorama, al menos le da la claridad suficiente para ver dónde debe poner sus pisadas al caminar.
Pisa fuerte el que sabe que todo paso que da, lo acerca a la meta definitiva; el que no desperdicia las horas, los actos que en ellas realiza; quien de todo saca provecho; quien sabe que nada se pierde.
Pisa fuerte el que encontró un sentido a su vida, una razón de vivir, un por qué, una explicación; y no sólo encontró un sentido a la vida, sino también a cada una de las cosas y de los hechos de la vida.
Pisa fuerte y muy fuerte, el que en los momentos de dolor o angustia no se deja aplastar, ni desorientar, sino que en esos precisos momentos levanta más alto su cabeza, clava su mirada en el Corazón del Padre Celestial y apretando los dientes, las manos tensas y los ojos nublados por las lágrimas o el corazón lleno de pena, no disminuye su marcha al Padre, ni la desvía; con paso firme y resuelto se va acercando al Padre. Y porque pisa fuerte en la vidas, va dejando huellas luminosas de apostolado, que sirven de ruta para muchos otros.
Pisa fuerte el que sabe lo que hace y el por qué lo hace y para qué lo hace; porque hacer sin saber por qué, ni para qué, es un hacer inútil y aún desilusionado.
Pisa fuerte el que en todo pone a Cristo por cabeza, todo lo orienta a Cristo, todo lo explica desde la persona de Cristo
Pisa fuerte aquel que con el Rosario en la mano y el amor de María Santísima en su corazón, pasa por el mundo haciendo el bien, sin mirar a quién.
Pisa fuerte, el que se olvida de sí mismo, por acordarse más bien de Dios y de los hombres.
Pisa fuerte, muy fuerte en su vida el que vive en gracia de Dios y se deja guiar por su Espíritu pese a todos los pesares, venciendo tentaciones, superando dificultades, desoyendo halagadores llamados de múltiples sirenas, no dejándose arrastrar por el todos lo hacen, por ejemplos torcidos y ambientes malsanos; ése, ése pisa fuerte en su vida, ése va marcando huellas; ése se proyecta al futuro escatológico del Reino de Dios...
Padre Alfonso Milagro
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)




No hay comentarios:
Publicar un comentario