LA ESPIRITUALIDAD DE:
SAN JUAN DE LA CRUZ
Al descender esta noche,
recuérdame otra vez,
que el alma
que anda en amor
no cansa ni se cansa.
Señor, una vez tú atravesaste las puertas cerradas
para entrar en la habitación donde tus apóstoles
esperaban
la paz que sólo tú podías traer.
Yo también te espero,
sabiendo que del mismo modo entrarás en mi alma sin que sepa cómo,
sin ningún esfuerzo por mi parte,
una vez que yo haya cerrado la puerta de mi alma, contra todas mis esperanzas.
Desciende ahora sobre mi alma
como un río de paz,`
para liberarme de mis incertidumbres,
de mi miedo a la noche.
<<Él entra a través de puertas cerradas>>
Libro: "No temas a la noche"- Pág.154 - Colección San Pablo. Bs. As.
(almas_peq)
No hay comentarios:
Publicar un comentario