YO ENSEÑO EL CAMINO DEL CIELO A TODO HOMBRE DE BUENA VOLUNTAD. QUE NO TEMA SEGUIRME. LA RECOMPENSA SE HALLA AL FINAL. NADIE ESCAPA A SU DESTINO (Mensaje del Amor Misericordioso (1966)
jueves, 10 de noviembre de 2011
UN RESTO MARIANO...
Como un examen final de conciencia , cada uno deberíamos hacernos esta pregunta. ¿Estoy ligado a cualquier cosa que me retenga de cumplir con el llamado de nuestra Madre para orar y trabajar por el Dogma y por el Triunfo?
¿Estoy atado a cualquier título, agenda, progreso, aún progreso eclesiástico, cualquier comodidad, posesión o poder que interfiera en el camino de la completa unión con los Sagrados e Inmaculados Corazones de Jesús y María, y en el camino de la sumisión completa al Papa? Si es así, sumerjámonos en la Divina Misericordia de Jesús Cristo. Acudamos al confesionario y seamos curados por El, a quien San Agustín llama "El Médico Divino". Llenemos nuestras almas con las sublimes gracias que vienen sólo de la recepción y Adoración diaria de la Eucaristía. Permitamos que el Rosario sea nuestra constante compañía y arma espiritual. También oremos la Corona de la Divina Misericordia para purificar nuestros corazones de todo aquello que restrinja el flujo de la gracia, resultando en la pérdida de la fe, esperanza y amor.
"El Dogma y el Triunfo" - Pág.106 - Mark Miravalle - Edic. Vox Popouli Mariae Mediatrici
(almas_peq)
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