A S U N C I Ó N D E M A R I A
María supo vivir entregada totalmente a la voluntad de Dios, haciendo de ella su alegría. Su camino de fe se nos presenta como un progresivo y creciente caminar en el Espíritu del Señor. Ella, como nadie, supo hacer de su vida un camino en la huella del Espíritu. Colmada por su presencia peregrina en la historia. Revelando los rasgos del hombre nuevo querido por Dios. Su asunción a los cielos en cuerpo y alma representa el comienzo de una nueva historia inefable entre la criatura y el Creador sin las sombras y la rebelión que estropearon a la primera y vieja creación .
María fundamenta la esperanza y el caminar de todos los que buscan a Dios ofreciendo la vida por los demás. En su pequeñez e insignificancia supo descubrir el llamado de Dios y comprometió su existencia en su respuesta . María no es tanto la reina y gran señora que a veces creemos ver, sino la mujer sencilla y humilde que aprendió a darlo todo en su camino hacia el Padre. Andando entre luces y sombras fue descubriendo las maravillas que Dios le tenía reservadas.
Ella constituye, en verdad, la estrella de la mañana guía de nuestra entrega.
O R A C I Ó N
Virgen fiel y peregrina,
Madre de todos nosotros,
Tu camino es nuestro camino.
Enséñanos a andar en la vida
en la huella del Espíritu del Señor,
Aquel que di sentido a tu vida
y fecundidad a tu entrega.
Ayúdanos a ser fieles,
a servir a Dios desde nuestro pueblo,
compartiendo sus dolores,
luchando por la justicia,
trabajando por la vida
y la esperanza de todos.
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¡OH, MARÍA SIN PECADO CONCEBIDA,
RUEGA POR NOSOTROS QUE ACUDIMOS A TI!
(almas_peq)
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