lunes, 5 de marzo de 2012

¡CORRAMOS A LA FUENTE DE LA MISERICORDIA!


Bajo el título "Quiero confesarme bien", el Arzobispo de Loreto,  Mons. Angelo Comastri, ha trazado un examen de conciencia, que tiene en cuenta la situación existencial actual.


Un examen de conciencia para una confesión verdadera hoy.


Espíritu Santo, ayúdame a confesar con sinceridad y arrepentimiento verdadero todas mis culpas.
1- "Amarás al Señor tu Dios con todo el corazón".
* ¿Soy cristiano en la vida de todos los días o sólo figuro como tal en el censo?


*¿Mi fe es genuina y generosa o es sólo apariencia? ¿Soy supersticioso, creo en la magia, en los sortilegios?¿Frecuento adivinos y el horóscopo?


*¿Rezo sólo cuando necesito gracias o siempre, también cuando mis cosas (salud, negocios...) van bien?
* ¿Blasfemo, impreco, maldigo a Dios, a la Virgen, a los santos, a las cosas santas?


*¿Participo con devoción y con fruto en la Misa festiva, en los Sacramentos, en la Catequesis? ¿Hablo mal de la Religión, de la Iglesia, del Papa?


*Para mí, ¿cuentan más el dinero, el bienestar material, la carrera, el éxito, las diversiones, o Dios y la salvación eterna?




2-"Amaos como hermanos como Yo os he amado"


*El Evangelio enseña que no se puede amar a Dios si no se ama también al prójimo. ¿Estoy convencido de ello?


*Como hijo ¿soy obediente y respetuoso con los padres, con los abuelos, con los hermanos y con los familiares? ¿Sigo sus consejos? ¿Los asisto, si están enfermos o son ancianos? ¿Soy responsable en mi estudio y trabajo?


*Como padres, ¿me preocupo de la educación humana y cristiana de los hijos? ¿Les doy buen ejemplo? ¿Encuentro tiempo para estar con ellos y para rezar juntos?


*Como cónyuge, ¿soy fiel a los compromisos del matrimonio y de la familia? ¿Estoy abierto al diálogo, soy paciente, sé perdonar, sé comprender los límites y defectos del otro?


*¿Amo al prójimo siguiendo el ejemplo del Señor Jesucristo? ¿Me inclino fácilmente a la calumnia, a la envidia, a los celos, a la maledicencia, a la prepotencia?


*Como trabajador o patrono, ¿soy justo, honesto, respetuoso de los derechos?


*He respetado la vida de los demás?
¿He procurado o aconsejado el aborto?


*¿He robado? ¿He estafado en el comercio? ¿He maltratado las cosas de los demás y de la colectividad?


*¿Conduzco con prudencia y con respeto hacia mi vida y la de los demás?


3- Deberes hacia mí mismo.


* Como cristiano, ¿sé ser "Templo del Espíritu Santo"?


*- ¿Cuido mi vida espiritual con la oración cotidiana, con la Palabra de Dios?


* ¿Participo con interés y sentido del deber en la vida de la comunidad parroquial diocesana?


*¿Cómo utilizo  el tiempo y los diversos dones recibidos del Señor?


* ¿Conservo puro mi corazón y mi cuerpo? ¿Tengo pensamientos y deseos impuros? ¿Escandalizo con mis comportamientos? ¿Me permito lecturas, espectáculos televisivos y diversiones escandalosas?


*Abuso de la comida, de la bebida y del fumar? ¿Utilizo drogas? ¿Practico juegos de azar, hago apuestas?


*Como ciudadano cristiano, ¿cumplo los deberes políticos y sociales? ¿Pago los impuestos? ¿Respeto el ambiente? ¿Qué otra cosa me reprueba mi conciencia?




Después de la confesión sincera y completa de las faltas, sobre todo graves, el sacerdote sugiere consejos oportunos para una vida cristiana más viva y coherente. Invita luego, como "penitencia"a recitar alguna oración o a realizar un gesto penitencial o de caridad en favor de los pobres, en los que se esconde Jesús.


La confesión termina con la recitación del acto de contrición, como signo y expresión de arrepentimiento de los pecados y de propósito de enmienda.-


Fuente: Revista Ecos del Mensaje - 2000. 





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