martes, 13 de marzo de 2012

LA ARMONÍA FRATERNA...


I N C O R P O R A R     A   L O S     D E M Á S 

Si deseamos armonizar nuestra vida,  es necesario incorporar las relaciones con las demás personas. Otras veces ya dijimos, que el encerrarse en sí mismos nos enferma y nos aísla.
Deberemos  ejercitarnos para vivir una verdadera compasión que nos haga sentir íntimamente unidos a todos, procurando su felicidad sin agredirlos ni dominarlos.
De otra manera, sería buscar una falsa paz para nuestras vidas, para nosotros mismos, pues los sentiremos siempre como agresores, o peor como enemigos, simplemente por que los demás piensan y sienten de manera diferente. Entonces, volveremos a nuestra burbuja de meditación y de búsqueda de paz y tranquilidad. Pero sin contar con el entorno que nos rodea. Lo cual, repito es totalmente falso y erróneo.
Además cuando se dá una ausencia de relaciones de apoyo y el individuo es incapaz de compartir sus cargas, entonces el individuo experimenta de lleno su impacto.
La vida se carga de armonía, de energía, de amor, y se restaura en un sano encuentro con los demás, con el corazón puesto en ellos.
Estamos hechos para el encuentro. Nuestras fibras más íntimas están hechas para el encuentro, Nuestras energías se reactivan y se llenan de vida cuando salimos de nosotros mismos y vamos hacia los demás.
Claramente enseña la Biblia que <<si alguno dice que ama a Dios y odia a su hermano es un mentiroso>> (l)n 4,20), además, el hecho de vivir solos o aislados de los demás nos lleva a carecer de marcos de referencia y corre peligro nuestra identificación. ¿Quiénes somos? ¿Cómo soy? Un mundo rico en relaciones variadas nos lleva a poder poseer una mente abierta, serena, feliz.


Fuente:Claves para vivir en Plenitud"- Ediciones Paulinas.-

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