jueves, 29 de marzo de 2012

"Ningún hombre lo puede todo"...(SL 17,30)



C O N T R A   L A   A N S I E D A D.

La persona ansiosa quiere tenerlo todo, nunca le basta lo que posee, nunca está conforme con lo que Dios le regala. Pero ya dice la Biblia: <<ningún hombre lo puede todo>> (Sl 17,30). Es una gran sabiduría darse cuenta de eso.
Es cierto que hay que tener sueños y tratar de mejorar, pero sabiendo que todo tiene un límite, que no somos todopoderosos ni infinitos. Y lo más importante que sepamos disfrutar de las pequeñas cosas que tenemos ahora sin estar pensando en las que no tenemos.
Porque muchas veces, luchando por el futuro, nos perdemos el presente. Nos puede suceder  como al hombre rico que nos presenta el evangelio en Lc 12,16-21; ese hombre tenía muchas riquezas, pero no las disfrutaba porque estaba obsesionado por acumular. Al final, cuando se sintió satisfecho con lo que tenía, le llegó la muerte y ya no pudo disfrutarlo.
Tú dirás que no te interesa acumular dinero, pero quizá acumules objetos, amistades, logros, obras que alimentan tu orgullo o cualquier otra cosa. Y en esa ansiedad por conseguir ciertas cosas, no te detienes, no disfrutas de lo que posees ahora. Y la vida se te va acabando sin vivirla. Por eso terminas debilitándote, llenándote de angustias tontas.





La Palabra de Dios te invita a detenerte en cada cosa, en cada persona, en cada pequeño placer. Si lo hicieras para ser feliz te bastaría el aire, la luz, una flor, un té, una sonrisa, una tarea. Que no te parezca poco si es regalo de Dios. Por eso dice la Biblia: <<Hijo, en la medida de lo posible, trátate bien>> (Sl 14,11); y también te invita con ternura: <<No te prives de un día feliz>> (Sl 14,14).




¿LO HARÁS A PARTIR DE AHORA?.

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