jueves, 14 de junio de 2012

Rv: 14º DÍA DEDICADO AL SAGRADO CORAZÓN - La firmeza de nuestra esperanza

 


Año de la Fe 2012
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----- Mensaje reenviado -----
De: francisco mobilia <franciscomobilia@yahoo.com.ar>
Para:
Enviado: miércoles, 13 de junio de 2012 23:25
Asunto: 14º DÍA DEDICADO AL SAGRADO CORAZÓN - La firmeza de nuestra esperanza

Buenos días queridos hermanos en Cristo, le mandamos la meditación del décimo cuarto día del mes del Sagrado Corazón de Jesús, dejémonos conquistar el corazón por los Sagrados Corazones de Jesús y María.                    


                                

DEVOCIÓN AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS
                    Santa Margarita María de Alacoque          
6. Odio de Satanás a esta devoción 
            No se trata de un simple aborrecimiento, pues éste lo siente Lucifer hacia todo lo que es santo, sino de aborrecimiento extraordinario, a juzgar por el número de veces que lo repite la Santa, y la forma enérgica de expresarse. 
            «Me parece que el demonio teme extremadamente el cumplimiento de esta buena obra (la primera imagen del Corazón de Jesús), por la gloria que ha de dar al Sagrado Corazón de Nuestro Señor Jesucristo, con la salvación de tantas almas como la devoción a este amable Corazón obrará, mediante aquellos que se consagraren a El del todo para amarle, honrarle y glorificarle». 
            «(El enemigo)... revienta de despecho (crève de dépit), por no haber podido estorbar esta amable devoción», dice con frase fuerte la Vidente de Paray. 
            Y escribiendo a la Hermana Joly de las «oposiciones y contradicciones que Satanás suscitó a los principios, dice: que fueron más grandes de lo que puedo decir». 
            «En fin -añade-, creo que Él realizará estas palabras que hacía resonar continuamente al oído del alma de su indigna esclava, entre las dificultades y oposiciones que han sido grandes, en los comienzos de esta devoción: «Yo reinaré a pesar de mis enemigos y de todos aquellos que se opusieren a ello». 
            Nótese de paso en este pasaje, cómo el Corazón de Jesús distingue dos clases de personas que se opondrán a su reinado: sus enemigos con Satanás a la cabeza, y otros que no serán enemigos, pero que, sin embargo, estorbarán el que reine. 
            «Veo que todas esas contradiccioncillas, que se oponen a nuestra amable devoción, sorprenden a V. y le hacen sufrir mucho, si no me equivoco. ¿Y por qué?, pues me parece que ha sido V,. advertida de que las levanta Satanás, rabioso como está de ver que este medio saludable le ha arrebatado ya no pocas almas, y todavía le ha de arrebatar muchas más, por la omnipotencia de Aquel que, en el tiempo elegido por El, hará que todas esas oposiciones y contradicciones redunden en gloria suya y confusión de este enemigo, y se servirá de ellas como de sólido fundamento en que establecer esta santa devoción; por lo cual es necesario nos resolvamos a aguantar esas borrascas de Satanás. Hasta dicen que todos los párrocos tienen orden de no recibir ninguna devoción nueva en sus parroquias, y que aun ha sido ya prohibida en algunas ésta del Divino Corazón; que además se va a prohibir a todos los libreros que impriman nada sobre este asunto, y otras muchas cosas que se dicen contra esta devoción santa. Mas todo eso nada me sorprende...». 
            «Por poco que me mezcle en un asunto - escribía en otra ocasión - es lo bastante para hacer que en él hormigueen los obstáculos, según la amenaza de Satanás, de que los haría pulular en cuanto yo emprendiese, y procurarla dañarme en todo». 
            Sería difícil contar las dificultades y largas dilaciones que hubo, cuando se trató de hacer el primer cuadro del Corazón de Jesús, y todos saben el revuelo que se levantó cuando, en la Capilla privada del Noviciado, se dio por primera vez culto doméstico a su Imagen, siendo Maestra de novicias nuestra Santa. 
            Cuando más adelante veamos lo que ha de ser el reino del Sagrado Corazón, y el porvenir poco halagüeño que mediante él espera al imperio de Lucifer en la tierra, entenderemos completamente la causa de los odios del infierno. 
(Continúa)
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Comenzamos esta meditación haciendo un acto de contrición por nuestras faltas:
ACTO DE CONTRICIÓN
¡Dulcísimo Corazón de Jesús,que en este Divino Sacramento estás vivo e inflamado de amor por nosotros! Aquí nos tienes en vuestra presencia, pidiendo perdón de nuestras culpas e implorando vuestra misericordia. Nos pesa, ¡oh buen Jesús!, haberte ofendido, por ser Vos tan bueno que no mereces tal ingratitud. Concédenos luz y gracia para meditar tus virtudes y formar según ellas nuestro pobre corazón. Amén.
 MEDITACIÓN CORRESPONDIENTE AL DÍA
 DÍA 14 
EN EL SAGRADO CORAZÓN,
 HALLAREMOS LA MÁS
  FIRME ESPERANZA
I
Vanas son las esperanzas del mundo y desgraciado quien fía en ellas. Pasa la juventud, se cambia la fortuna, caen las ilusiones, se entibia la amistad; nada, en una palabra, queda en pie de cuanto parece algunas veces halagar al hombre en su breve paso sobre la tierra.
   Y sin embargo, el pobre corazón humano necesita algo firme y permanente a que arrimarse, para no caer en los horrores de la desesperación. ¿En qué podrá, pues, fijar su esperanza? ¡Ah! Todo se pasa, ha dicho Santa Teresa de Jesús, todo se pasa, es verdad;. pero Dios no se muda. He aquí, pues, el centro fijo en que podemos colocar nuestras esperanzas los que deseamos colocarlas en algo seguro e inmutable.
   ¡Oh Corazón Divino de mi amadísimo Jesús! ¡Todo se escapa y desaparece a nuestro amor, dejándonos vacíos y desolados! Sólo Tú permaneces eternamente como faro de luz y norte resplandeciente para el corazón que te ama. ¡Que me falte todo, Dios mío, pero que no me faltes Tú! ¡En Ti pongo mi esperanza, y no seré nunca defraudado.
   Medítese unos minutos.

II
   ¡Oh vida humana llena cada día de tantos y tan crueles desengaños! ¡Oh alma mía, que en tantos objetos has querido cifrar tu felicidad, sin que hayan logrado calmar tus ansias! ¡Oh pobre mortal! que eres como hoja seca que el viento arremolina y agita, buscando en todo la dicha y no hallándola en ninguna de las cosas creadas!
   ¡Fíjate aquí y detente! Ahonda aquí tus raíces en el amor de tu buen Jesús, único que puede calmar tu amoroso anhelo, único que no defraudará tus esperanzas. Pobre barquillo, siempre llevado acá y allá por las olas, y siempre con el abismo bajo los pies temiendo el naufragio! Echa aquí tus anclas si quieres hallar puerto seguro, donde algo puedas reposar y rehacerte de las fatigas de tu azarosa navegación. ¡Paloma cansada de volar por todas partes, sin hallar donde fijar los pies! Éntrate por la abertura de esa Arca, que te espera para ofrecerte asilo seguro contra todas las borrascas.
   ¡Corazón de Jesús! Sé todo para mí, pues de Ti lo espera todo mi afligido corazón. Promesas seductoras del siglo, que, tantas veces han engañado mi alma, yo las miro por lo que son, polvo, nada. ¿Qué puede prometerse quien pone sus esperanzas en el polvo y en la nada?
   ¡Oh Dios de cielos y tierra! ¡Qué sosegado descanso alcanza el que todo lo espera de Ti y nada fuera de Ti!
   Medítese, y pídase la gracia particular.



ORACIÓN Y ACTO DE CONSAGRACIÓN
Rendido a tus pies, ¡oh Jesús mío!,considerando las inefables muestras de amor que me has dado y las sublimes lecciones que me enseña de continuo tu adorabilísimo Corazón, te pido humildemente la gracia de conocerte, amarte y servirte como fiel discípulo tuyo, para hacerme digno de las gracias y bendiciones que generoso concedes a los que de veras te conocen, aman y sirven.
   ¡Mira que soy muy pobre, dulcísimo Jesús, y necesito de Ti como el mendigo de la limosna que el rico le ha de dar! Mira que soy muy ignorante, oh soberano Maestro, y necesito de tus divinas enseñanzas, para luz y guía de mi ignorancia! ¡Mira que soy muy fragil, oh poderosísimo amparo de los débiles, y caigo a cada paso, y necesito apoyarme en Ti para no desfallecer! Sé todo para mí, Sagrado Corazón: socorro de mi miseria, luz de mis ojos, báculo de mis pasos, remedio de mis males, auxilio en toda necesidad. De Ti lo espera todo mi pobre corazón. Tú lo alentaste y convidaste cuando con tan tiernas palabras, dijiste repetidas veces en tu Evangelio: Venid a Mí,... Aprended de Mí... Pedid, llamad... A las puertas de tu Corazón vengo pues hoy, y llamo, y pido, y espero. Del mío te hago, oh Señor, firme, formal y decidida entrega. Tómalo, y dame en cambio lo que sabes me ha de hacer bueno en la tierra y dichoso en la eternidad. Amén.
   Aquí se rezará tres veces el Padre Nuestro, Ave Maria y Gloria, en recuerdo de las tres insignias: cruz, corona y herida de la lanza, con que se apareció el Sagrado Corazón a Santa Margarita María Alacoque.

Un abrazo en Jesús Misericordioso y María Santísima, en el amor del Espíritu Santo, bajo la protección de San José y la mirada amorosa de Dios Padre.
Familia Mobilia

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