domingo, 1 de julio de 2012

"SALIR DE SI Y DETENERSE..."



La invitación a vivir el momento presente está íntimamente ligada, en los libros sapienciales de la Biblia, a una valoración de los pequeños placeres terrenos que el instante nos ofrece. Pero, contrariamente a esta orientación sapiencial, muchas personas religiosas viven el placer como una imperfección, como algo que no da gloria a Dios. Es más, lo sienten como una especie de <pecado permitido>, como algo por lo cual siempre tendrían que excusarse de alguna manera.




Sin embargo, en la Escritura no está presente esta dicotomía entre lo espiritual y el placer. Más bien encontramos en la palabra de Dios una profunda armonía. Si Dios ama la felicidad del hombre, entonces también es una respuesta, un culto a Dios, vivir un momento de felicidad. En este sentido, el Eclesistés invita:<Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud, antes que vengan los días malos> (Qo 12,1) Acordarse del Creador es simplemente vivir lo mejor posible la juventud como un don generoso que viene de la mano de Dios.
Es detenerme ante las cosas y ante las personas. Pero si no tengo el hábito de detenerme ante cada cosa tampoco sabré detenerme ante las personas. Y si no lo hago ante las personas, tampoco lo haré ante Dios. Estaré solo, dándoles vueltas a mis pensamientos, mis problemas, mis recuerdos, mis sensaciones. Yo, yo, yo y mi mente. Eso es el infierno. El cielo, lo sagrado, es salir de sí y detenerse.






Fuente "Claves para vivir en plenitud" - Victor Manuel Fernández - Edic. Paulinas. (57-58)




(almas_peq)

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