TE BASTA MI GRACIA |
Nos hablaron de María en el sermón de la Iglesia, bajaste los ojos tristes. ¡ Qué Madre tan grande; tan maravillosa; Madre Purísima, tan desperdiciada!
No has sabido ser un buen hijo; pero Ella sigue siendo tan Buena Madre como siempre.
Si antes no supiste o no quisiste hacerte digno de María Santísima ahora, ¿cuál será tu comportamiento con Ella? De ahora en adelante..., siempre dices así cuando terminas unos ejercicios, y ahora también lo dices; pero ser Santo requiere agallas más duras que las de quien dice "ahora sí".
Estás asustado de tu debilidad, necesitas templarte y endurecerte a cualquier viento o tempestad.
Debes pasar la prueba del persistir: la prueba del hastío, del no siento, del no tengo ganas, la dura prueba de la tentación insistente, que se enrosca en la psicología como pitón.
A Pablo le dijeron: "Te basta mi gracia, porque en la debilidad se perfecciona la virtud", y a ti te dicen lo mismo.
P. Mariano de Blas L.C.
Fuente: Catholic.Net
(almas_peq)
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