lunes, 6 de agosto de 2012

TRABAJAR SIN UNA FALSA IDEA DE FRACASO...


Benito nos previene contra la inmadurez espiritual, porque lleva al ataque de ira y la desesperación. Corroe el yo y rebaja a las mismas personas que tan importantes son en nuestro desarrollo. Produce furia, destrucción y rebajamiento personal; se resiste  a la guía, el consejo y la sabiduría ajena. Y algunas veces lo hace violentamente.
El tercer grado de humildad puede salvarnos de nuestro terco yo urgiéndonos a aceptar dirección.
El cuarto grado de humildad puede salvarnos de nuestro mimado yo urgiéndonos a afrontar las dificultades inherentes a esa dirección.
Aceptar la dirección de otro nos abre a la sabiduría del mundo que nos rodea y nos libera para seguir aprendiendo en la vida. Pensar que es responsabilidad nuestra tener respuesta para todo es una terrible carga. Y una carga aún peor es creer que tenemos esa respuesta.

Aprendiendo a vivir

La gente suele trabajar con la falsa idea de que no saber algo, es signo de fracaso. Ello supone que reprimen los talentos de quienes están bajo su férula en su afán de probar su propia competencia y autoridad. Y también se predisponen a fracasar. Quienes piensan que no les queda nada que aprender de nadie y retan a los demás a intentar enseñarles algo, muestran el tamaño de su alma: pequeño. Todo el mundo tiene algo que aprender de alguien, y aprender nunca es fácil

Fuente: "Doce pasos hacia la libertad interior"- Joan Chittester - 

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