La Trinidad es el término para significar la doctrina central de la religión cristiana: la verdad que en l unidad del Altísimo, hay Tres Personas.El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, estas Tres Personas siendo verdaderamente distintas, una de las otra.
El Misterio de la Santísima Trinidad es el misterio de Dios mismo. Es la fuente de todos los misterios de la fe, es la luz que los ilumina.
La Trinidad es un misterio de Fe en sentido estricto, uno de los "misterios escondidos en Dios que no pueden ser conocidos si no son revelados desde lo alto" (CC VaticanoI: DS 3015) Dios, ciertamente, ha dejado huellas de su ser trinitario en su obra de Creación y en su Revelación a lo largo del Antiguo Testamento. Pero la intimidad de su ser como Trinidad Santa constituye un misterio inaccesible a la sola razón e incluso a la Fe de Israel antes de la Encarnación del Hijo de Dios y el envío del Espíritu Santo.
Es decir que:
El Padre es revelado por el Hijo:
Con la invocación"Padre" que es conocida en muchas religiones. Al ser Padre, Dios es origen primero de todo y su autoridad trascendente y que es al mismo tiempo bondad y solicitud amorosa para todos sus hijos.
El Hijo es revelado por el Padre:
Jesús ha revelado que Dios es Padre, no sólo en un sentido Creador. Él es también eternamente Padre en relación a su Hijo único, el cual eternamente es Hijo sólo en relación a su Padre. "Nadie conoce al Hijo, sino el Padre, ni al Padre le conoce sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiere revelar" (Mt 11,27)
El Padre y el Hijo revelados por el Espíritu:
Antes de Pascua, Jesús anuncia el envío de "otro Paráclito" (defensor), el Espíritu Santo. El que ya actuó en la Creación estará ahora junto a los discípulos y les guiará y enseñará la Verdad Completa. El Espíritu es así revelado como otra persona divina con relación a Jesús y al padre.
Las Personas Divinas, inseparables en lo de su ser, son también inseparables en su obrar. Pero en la única operación divina cada una manifiesta lo que le es propio en la Trinidad, sobretodo en las misiones divinas de la Encarnación del hijo y del Don del Espíritu Santo.
ORACIÓN
(Fragmento de una estampa religiosa de finales del Siglo XIX)
(...)"Os adoro, Dios tres veces Santo, Padre, que nos habéis creado, Hijo que nos habéis, redimido con vuestra sangre, Espíritu Santo, que nos santificáis con las gracias que nos concedéis todos los días. Haced que guarde en mi alma vuestra semejanza o imagen, a fin de que, un día me reconozcáis y reine con Vos en la Eternidad. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Así sea."
Fuente: ACI Prensa.
(almas_peq)
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