domingo, 24 de abril de 2011

"Vivir en plenitud" - Recuperar la paz







<<NADIE ES CULPABLE>>


Porque las cosas y los animales no tienen libertad, sólo se dejan llevar por sus inclinaciones naturales. Por eso no podemos pensar que en ellos hay odio. Sólo hay un instinto de supervivencia. Son lo que son, simplemente, aunque tenga que protegerme de ellos, y aunque alguna vez tenga que hacerles daño para defenderme del peligro.
Y si se trata de seres humanos, el evangelio nos invita a no juzgar a nadie (cf Lc 6,36-38) ¿Quién sabe por qué esa persona actúa así? Yo no conozco su historia, yo no puedo ver su corazón. Y ante la duda, lo mejor es pensar que no es culpable del mal que realiza. Así, aunque veamos defectos exteriores, podemos considerar a los demás como superiores a nosotros mismos (cf Flp 2,3) Eso hace posible tener compasión de los que nos hacen daño. Son parte de la realidad y tienen derecho a defender sus intereses, aunque puedan estar equivocados, aunque no hagan lo correcto, o aunque estén enfermos y yo tenga que defenderme de ellos.






<<Nada podrá conmigo>><<Yo puedo con esto, porque Dios está conmigo>>


Como dice San Pablo, <<nada podrá separarnos del amor que Dios nos ha manifestado en Cristo Jesús>> (Rom 8,39). Entonces podemos desplegar todas nuestras energías para alcanzar la felicidad, sabiendo que si algo o alguien cambia nuestros planes, el amor de Dios se encargará de sacar de esto algo bueno. Finalmente, todo será para mi bien. Esta convicción permite que el corazón no se me llene de odio y de resistencias cuando algo o alguien modifica mis proyectos o interfieres en mi camino. También esto, aunque yo ahora no vea cómo, puede ser para mi bien. Puedo seguir adelante con plena confianza. Con Dios yo puedo afrontarlo todo, y debo hacerlo.






S.B.

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