Se lo hemos oído decir muchas veces: ¡la principal ocupación del demonio es conseguir hacer creer que no existe! El Padre Gabriel Amorth es el exorcista más conocido del mundo, fundador y presidente honorífico de la Asociación Internacional de exorcistas. Una larguísima experiencia en la lucha contra el Maligno y un amor tierno y apasionado a la Virgen (a Ella me confié cuando recibí mi misión, y le pedí que me envolviera en su manto, donde estaba seguro de encontrar refugio -afirma el P. Amorth- después he recibido muchísimas amenazas del demonio, pero nunca he recibido daño alguno).
El Padre Amorth nos acompañará con sus reflexiones en las páginas del Eco de vez en cuando, para hacernos comprender más a fondo esta realidad sobrenatural que actúa en la vida de todos nosotros de manera oculta, causando a veces grandes sufrimientos y dificultades a quien queda expuesto a ella. Estas consideraciones no quieren ser alarmistass ni tampoco enseñar a "demonizar" cualquier mal, quieren más bien educar para una vida espiritual sana, equilibrada, abandonada en Dios y sobre todo en María que, como figura del Apocalipsis, es símbolo de la Iglesia que aplastará definitivamente la cabeza de la serpiente. El Espíritu Santo rige la Iglesia -confirma el P. Amorth- las puertas del infierno no prevalecerán pero también es verdad que la Iglesia debe darse cuenta de que el Infierno es una realidad que amenaza la vida de los fieles y por lo tanto debe tomar las justas precauciones para proteger a sus hijos.
Sin embargo, no siempre es así. El número de exorcistas nombrados oficialmente es escasísimo, signo de que el clero y el episcopado no creen en el demonio ni tampoco en el poder que Jesús ha dado
para vencerlo. Desde hace tres siglo, la Iglesia latina -a diferencia de la Iglesia Ordtodoxa y de varias confesiones protestantes- ha abandonado prácticamente del todo el ministerio exorcista.
Hay episcopados enteros contrarios a los exorcismos, así como naciones enteras en las que no hay exorcistas:Austria, Suiza, España y Portugal. Una carencia espantosa.
"Cuando un sacerdote es nombrado Obispo, se encuentra ante un artículo del Código de derecho canónico que le da autoridad absoluta para nombrar a exorcistas-Lo mínimo que se puede pedir a cualquier obispo es que haya asistido al menos a un exorcismo, puesto que debe tomar una decisión tan importante. Sin embargo esto no ocurre casi nunca". Es el comentario dolido de tanta incredulidad entre los obispos llegó un día hasta los oídos del Papa Juan Pablo II, quien respondió secamente: ¡Quien no cree en el demonio, no cree en el Evangelio!
Este tipo de ignorancia en el seno de la misma Iglesia debilita la eficacia del combate contra el Maligno y, quizás, hace menos eficaces las armas que tiene la Iglesia desde hace siglos. Es el caso del Ritual exorcista, que ha sido recientemente presentado por la Cei con una nueva forma. "El Concilio Vaticano II había podido revisar algunos textos. Era necesaria una corrección, no una reelaboración".
explica el P. Amorth.
"En el ritual anterior había oraciones con doce siglos de experiencia. Nosotros los exorcistas que, para probar, hemos utilizado las oraciones del nuevo Ritual ad interim, hemos experimentado que son completamente ineficaces.
Pidamos al experto que nos haga comprender con algunos ejemplos las carencias preentes en el nuevo Ritual: "En el punto 15 se habla de los maleficios y de cómo comportarse. El maleficio es un mal que se causa a una persona recurriendo al diablo . Y puede hacerse de varias formas, como a los hechizos, maldiciones, mal de ojos, vudús, macumbas. El Ritual romano explicaba cómo había que enfrentarlo. El nuevo Ritual, en cambio, afirma una prohibición absoluta de hacer exorcismos en estos casos. ¡Absurdo! Los maleficios son con diferencia la causa más frecuente de las posesiones y de los males ocasionados por el demonio: no menos del 90 por ciento. ¡Es como decir a los exorcistas que ya no trabajen más!"
En otro punto, el 16 para ser precisos, se afirma que no se deben hacer exorcismos si no se tiene la certeza de la presencia diabólica. Pero la certeza de que el demonio esté presente en una persona se tiene únicamente haciendo el exorcismo.
Desgraciadamente estos puntos ponen de manifiesto la inexperiencia y corren el riesgo de hacer daño o en cualquier caso de no resolver los daños causados por Satanás. Es normal en este punto preguntarse si en las comisiones que han trabajado en el nuevo Ritual
estuvieron presentes algunos de los exorcistas expertos. Todo lleva a pensar que no. Sin embargo, la misma Iglesia ha prevenido este incidente en el recorrido y ha decidido no imponer el uso del nuevo Ritual, permitiendo pues a los exorcistas utilizar el antiguo, haciendo una petición previa al obispo que la concederá fácilmente. Es una manera de conciliarse con las exigencias de quien tanto se esfuerza por limpiar nuestras almas de la inquina del mal:" se bendice y se protege todo -continúa el P. Amorth- las casas, las escuelas, los medios de comunicación... Pero hoy ya no existen defensas ni oraciones contra él. El mismo Jesús nos había enseñado una oración de liberación, en el Padre nuestro: "Líbranos del Maligno, Líbranos de la persona de Satanás". En italiano se ha traducido mal y ahora se reza diciendo: "líbranos del mal".
Se habla de un mal genérico, cuyo origen en el fondo no se sabe; sin embargo el mal contra el que Nuestro Señor Jesucristo nos había enseñado a combatir es una persona concreta es Satanás.
También la Virgen en sus mensajes nos ha exhortado muchas veces a combatir al Maligno con decisión y plenamente conscientes.
"¡Queridos hijos, hoy como nunca hasta ahora os invito a la oración... Satanás es fuerte y desea destruir no sólo la vida humana sino también la naturaleza y el planeta en el que vivís (Mensaje 25.01.1991)
"Os invito a emprender el combate contra Satanás a través de la oración. Ya conocéis sus tramas y él intensificará su acción" (Mensaje 08.08.1985)
"Sólo con la oración, Ya conocéis las tramas y él intensificará su acción" (Mensj 08.08.1985)
"Sólo con la oración venceréis el influjo de Satanás, allá donde estéis". (Mensaje 07.08.1986) "... Orad incensantemente. Orad más. Así Satanás se alejará de aquí" (Mens. 05.09.1985)"Si oráis, Satanás no puede poneros ninguna traba, porque vosotros sois Hijos de Dios y Él tiene Su mirada puesta sobre vosotros. Orad, que la coronilla del Rosario esté siempre en vuestras manos como signo para Satanás de que me pertenecéis" (Mens. 25.02.1988)
Son palabras que nos invitan a vigilar y a estar activos en la lucha, pero son también palabras de consuelo porque la Virgen nos asegura que a través de la oración, el amor, los sacramentos, estamos protegidos y también podemos contribuir a aplastar al enemigo de nuestra vida y de la vida de tantos hermanos afligidos. "La Iglesia continúa en su camino a pesar de las debilidades normales. Se mantiene en pie por el Espíritu Santo".
reitera el conocido exorcista- "y por tanto todas las luchas de Satanás no pueden más que obtener resultados parciales. Ciertamente, el demonio puede ganar algunas batallas incluso algunas importantes. Pero nunca podrá ganar la guerra".
STEFANÍA CONSOLI
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