LAP Argentina
2011- Año de la Vida
De: Paulo Barbosa <tprobert@terra.com.br>
Para: pequenas_almas@gruposyahoo.com
Enviado: jueves, 28 de julio de 2011 18:20
Para reflexionar...(29-31/07/11)
¿Estan Sus Fuerzas Agotadas?
"No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo
soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te
sustentaré con la diestra de mi justicia" (Isaías 41:10).
Un pequeño niño intentaba erguir una piedra pesada. A pesar
de su acceso de ira y gritos, no consiguió moverla. Su
padre, que a todo asistía de cerca, preguntó a él: "¿Usted
está usando toda su fuerza?" "Sí, yo estoy", contestó el
niño, llorando enfurecido. "No, usted no está", dijo el
padre. "Usted no pidió mi ayuda." (Mark Mohnkern)
Mucho lloro y mucha angustia nosotros evitaríamos si
usásemos la principal fuerza que disponemos para vencer las
luchas y dificultades: el auxilio de nuestro Padre
celestial. Cuando comprendemos que somos limitados y que no
somos capaces de resolver todos los problemas que aparecen
en nuestra frente, no relutamos en buscar ayuda de nuestro
Dios. Él nos ama y tiene placer en extender Su mano a
nuestro favor. En cualquier momento, en cualquier situación,
Está bien cerca de nosotros, esperando apenas que le
pidamos: "Señor, me ayuda".
Cuando nos juzgamos autosuficientes y soberbios al punto de
decir "no preciso de nadie", no apenas perdemos la
oportunidad de comunión con nuestros hermanos y amigos --
que también pueden nos ayudar, como perdemos la bendición de
contar con la gracia y acción amorosa del Señor que tiene
siempre el mejor para nosotros.
¿Que mejor solución tendríamos para un problema de soledad
qué la compañía de nuestro Amigo verdadero, Jesucristo? ¿Que
mejor médico podríamos buscar, para un problema serio de
enfermedad, qué el Médico de los médicos, Jesucristo? ¿Que
mejor recurso podríamos encontrar, para un problema de falta
de dinero, que aquél que nos prometió suplir todas las
necesidades, Jesucristo? ¿Que mejor consuelo y esperanza
podríamos lograr, para nuestros instantes de angustia y
estrés, que la presencia del Compañero que nos prometió:
"venid a mí y os aligeraré", ¿Jesucristo?
Si usted cree que sus fuerzas están agotadas, se recuerde de
que aún le falta pedir ayuda del Padre. Pida ahora mismo ésa
ayuda y todo se resolverá.
Paulo Barbosa
Un ciego en el Internet
Tel/Brasil: 31 3712-2248
Tel/USA: 321-234-1386
tprobert@terra.com.br
Ministerio Para Reflexionar - 15 años de victorias!
www.ministeriopararefletir.com
¿Estan Sus Fuerzas Agotadas?
"No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo
soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te
sustentaré con la diestra de mi justicia" (Isaías 41:10).
Un pequeño niño intentaba erguir una piedra pesada. A pesar
de su acceso de ira y gritos, no consiguió moverla. Su
padre, que a todo asistía de cerca, preguntó a él: "¿Usted
está usando toda su fuerza?" "Sí, yo estoy", contestó el
niño, llorando enfurecido. "No, usted no está", dijo el
padre. "Usted no pidió mi ayuda." (Mark Mohnkern)
Mucho lloro y mucha angustia nosotros evitaríamos si
usásemos la principal fuerza que disponemos para vencer las
luchas y dificultades: el auxilio de nuestro Padre
celestial. Cuando comprendemos que somos limitados y que no
somos capaces de resolver todos los problemas que aparecen
en nuestra frente, no relutamos en buscar ayuda de nuestro
Dios. Él nos ama y tiene placer en extender Su mano a
nuestro favor. En cualquier momento, en cualquier situación,
Está bien cerca de nosotros, esperando apenas que le
pidamos: "Señor, me ayuda".
Cuando nos juzgamos autosuficientes y soberbios al punto de
decir "no preciso de nadie", no apenas perdemos la
oportunidad de comunión con nuestros hermanos y amigos --
que también pueden nos ayudar, como perdemos la bendición de
contar con la gracia y acción amorosa del Señor que tiene
siempre el mejor para nosotros.
¿Que mejor solución tendríamos para un problema de soledad
qué la compañía de nuestro Amigo verdadero, Jesucristo? ¿Que
mejor médico podríamos buscar, para un problema serio de
enfermedad, qué el Médico de los médicos, Jesucristo? ¿Que
mejor recurso podríamos encontrar, para un problema de falta
de dinero, que aquél que nos prometió suplir todas las
necesidades, Jesucristo? ¿Que mejor consuelo y esperanza
podríamos lograr, para nuestros instantes de angustia y
estrés, que la presencia del Compañero que nos prometió:
"venid a mí y os aligeraré", ¿Jesucristo?
Si usted cree que sus fuerzas están agotadas, se recuerde de
que aún le falta pedir ayuda del Padre. Pida ahora mismo ésa
ayuda y todo se resolverá.
Paulo Barbosa
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