SAN JUAN DE LA CRUZ
Hay momentos en que nos parecerá
Que la oración está más allá de nuestro alcance,
porque no podemos recurrir a las palabras e imágenes
que han estado siempre a nuestra disposición.
Hay muchas razones naturales para esto.
Pero llega un momento en que el vacío de
nuestras mentes y almas es un don de Dios.
Porque, mientras nuestros espíritus
estén llenos con un dios construido desde nuestras
imágenes y palabras, no habrá lugar para el Dios verdadero,
que va más allá de nuestras palabras.
Estén contentos,
por más contrariados e inquietos que puedan sentirse,
de permanecer en la presencia de Dios, en atención
amorosa, con sus mentes tan quietas, tan libres,
que les parecerá claro que no estén haciendo nada,
que están ociosos, perdiendo el tiempo.
Aquietar nuestras almas activas y distraídas
no es pequeño logro, ni pequeño don.
"Quédense quietos y verán la salvación de Dios
que vendrá sobre ustedes" (2Crón 20,17).
<<QUÉDENSE QUIETOS Y SEPAN QUE
DIOS ESTÁ AQUÍ>>
DIOS ESTÁ AQUÍ>>
"No temas a la noche" - Pág. 141 - Edit. San Pablo - Bs. As. Argentina
(almas_peq)
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