lunes, 30 de enero de 2012

Algo más sobre San Juan de la Cruz.


El Camino Espiritual:
Este camino diseñado por Juan de la Cruz es sólo el primer paso a lo largo de un sendero basado en la impresionante sabiduría espiritual de este gran maestro espiritual.
Puedes decidir estudiar en profundidad , la experiencia de este maestro, en ese caso deberías leer más. 
Hay abundante material escrito por y sobre este extraordinario teólogo. Sus obras, tanto tratados escolásticos como poesías. completan varios volúmenes.
Sin embargo, puede suceder que sus escritos te sobrepasen, sean demasiado intimidantes en este momento de tu vida o simplemente no te agraden.
Después de todo, él escribió principalmente para quienes están muy avanzados en el camino espiritual.
Cualquiera sea tu respuesta a esta introducción básica a Juan de la Cruz, durante estos escritos que presentamos durante este poco de tiempo, tal vez desees recordar unas pocas líneas que él escribió en 1589 a alguien que, careciendo de consuelos espirituales, aparentemente sintió que el camino por donde Dios la conducía no era el que ella esperaba:


"¿Qué piensa que es servir a Dios, sino no hacer males, guardando sus mandamientos, y andar en sus cosas como pudiéremos?Como esto haya, ¿qué necesidad hay de otras gracias extraordinarias en que nunca faltan tropiezos y peligros al alma? Y así es gran favor de Dios cuando las oscurece, y empobrece al alma de manera que no pueda errar con ellas, y sólo vivir en fe oscura y verdadera, y esperanza cierta y caridad entera."(Cfr. Carta a Doña Juana de Pedraza, escrita en Segovia, el 12 de octubre de 1589).


Este asentarse en el sentido común, fundamento de todos sus escritos, es lo que hace que su enseñanza sea tan digna de confianza.


Una cosa más. La espiritualidad no debe entenderse como una absorción en sí mismo, una relación encapsulada entre "Dios y yo". Para que realmente tenga sentido, para que crezca y no se marchite, debe ser un manantial de vida compasiva. Debe alcanzar a los demás, como Dios nos ha alcanzado a nosotros. La verdadera espiritualidad derriba los muros de nuestras almas y deja que entre, no sólo el Cielo, sino el mundo entero.


                                         Febrero  25 , 1997






(almas_peq)

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