martes, 28 de febrero de 2012

"VOLVAMOS AL FERVOR PRIMITIVO".



Modelo de vida trazado por la Virgen para el primer grupo de oración.

El 25 de mayo de 1983, la Virgen había repetido el deseo de que se formase un grupo de oración totalmente abandonado a Dios. El 16 de junio dicta a Jelena las reglas del grupo:

1- Renunciad a todas las pasiones y deseos desordenados. Evitad la televisión, sobre todo las transmisiones nocivas. Los deportes excesivos, el placer excesivo de la comida y las bebidas, el alcohol, el tabaco.

2- Abandonaos a Dios, sin reservas.

3- Desterrad definitivamente cualquier tipo de angustia. No hay lugar para la angustia en el corazón de quien se abandona a Dios. Las dificultades subsistirán, pero servirán para el crecimiento espiritual y darán gloria a Dios.

4- Amad a vuestros adversarios. Desterrad el odio del corazón, la amargura, los juicios, los prejuicios. Orad por vuestros adversarios e invocad la bendición divina sobre ellos.

5- Ayunad a pan y agua dos veces por semana. Reuníos en grupo al menos una vez a la semana.

6- Consagrad a la oración al menos tres horas cada día, de las cuales al menos media hora por la mañana y media hora por la tarde. En este tiempo de oración están incluídos la Santa Misa y el Rosario. Reservaos momentos de oración a lo largo del día y recibid la Santa comunión siempre que os sea posible. Orad con gran recogimiento. No miréis continuamente el reloj, más bien dejaos guiar por la gracia de Dios. No os preocupéis demasiado de las cosas de este mundo, confiando todo, en la oración, a nuestro Padre celestial. Cuando uno está demasiado preocupado, no puede rezar porque falta la serenidad interior.
Dios contribuirá a conducir a buen fin las cosas terrenas, cuando uno se esfuerza por abrirse a las cosas de Dios. Aquellos que van a la escuela o al trabajo deben rezar media hora por la mañana y media hora por la tarde y participar, si es posible, en la Eucaristía. Es necesario extender el Espíritu de oración al trabajo cotidiano, es decir, acompañar el trabajo con la oración.

7- Sed prudentes, porque el demonio tienta a todos aquellos que han decidido consagrarse a Dios y sobre todo a ellos. Les sugerirá que rezan demasiado, que ayunan demasiado; que deben ser como los otros jóvenes y buscar los placeres. ¡No deben escucharlo, ni obedecerle! Deben prestar atención a la Voz de la Virgen. Cuando su fe se haya consolidado, el demonio ya no conseguirá seducirlos.

8- Orad mucho por el obispo y por los responsables de la Iglesia. No menos de la mitad de sus oraciones y de sus sacrificios deben consagrarse a esta intención.



Fuente: "Messagi e pedagogía di María a Medjugorje" de R. Laurentin - R. Lejeunel.

(Revista Ecos del Mensaje)

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