domingo, 22 de abril de 2012

DOS ABISMOS QUE NOS ACECHAN...


L a   M i s e r i c o r d i a   d e   D i o s 




Hay dos abismos que nos acechan: el abismo de la Misericordia de Dios y el abismo de nuestra maldad o nuestro pecado.

Puede parecernos y podemos sentir que nuestra limitación y pobreza y nuestra miseria es tan grande que supera al Poder misericordioso del Señor.

Y la triste experiencia de nuestras caídas y el ambiente seductor que nos envuelve y nos inclina a pensar: que nos resulta imposible salvarnos, y mantenernos en pie o en gracia de Dios y que menos aún, podemos aspirar a la santidad.

Pero eso es mentira, es un engaño, es la tentación más pérfida y malvada del diablo: es la tentación de la desesperación, de la indiferencia, de la desgana, de la tristeza y de la apatía, contra la que tenemos que reaccionar y que hemos de superar y vencer.

Cuando seamos acometidos por esta tentación, digamos, desde el fondo de nuestro ser: "Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío", "Sálvanos Señor, que nos hundimos" (Mt 8,25) Y también: "Dulce Corazón de María, sed la salvación mía".


Pensemos que somos una creación amorosa, salida de las manos de Dios. Que hemos sido comprados, no con oro o plata, sino a precio de la sangre de Cristo (1 Ped.1,18-19)No nos va a dejar el Señor, que tanto ha hecho por nosotros y a quien tanto le costamos. El tiene más interés que nosotros en nuestra salvación y en nuestra santificación, si nosotros le dejamos obrar en nosotro. Dios nos ama con locura. ¿Quién podrá apartarnos del amor de Dios, manifestado en Cristo Jesús? Nada, ni nadie (Rom 8,35-38)


Jesucristo es el vencedor del diablo (Lc 4,1-13;10,18)A Cristo se le debe todo poder, honor y gloria. (Mt 24,30; Apoc. 5,13-14; 11,15-17)

En Dios pongo mi esperanza y confianza, por encima de mi mismo y de todo lo creado y jamás quedaré confundido. Amén.

Juan Maria Sanz Cubero




Fuente: Ecos del Mensaje - Lap España - 2001.-

S.B.

No hay comentarios:

Publicar un comentario