domingo, 1 de abril de 2012

"ESTAN ESCAPANDO DE SI MISMOS..."


Nuestra mente está llena de proyectos y vive anticipándose a las cosas, en esa multitud de pensamientos reina una gran confusión, y nada se hace bien.
Si no nos habituamos a posponer lo que pueda hacerse después, tendremos mil cosas en la mente y no haremos nada en plenitud.
En definitiva, no hay ninguna técnica o método alguno que pueda liberarnos del desorden y la prisa si no nos dejamos invadir por la paz del Señor y no amamos esa paz. Porque hay personas que en el fondo prefieren la ansiedad, el nerviosismo de miles de tareas. Quieren hacerlo todo porque creen que eso es vivir. Pero no hacen nada con verdadera calidad, con un sentido profundo, con verdadero gozo.
Es como si vivieran escapando de algo, quizá escapando de sí mismos en ese desorden. Por eso, cuando se liberan de alguna dificultad, necesitan encontrar otra.  En realidad temen la calma, y no valoran la paz. Confunden la paz con el aburrimiento y la monotonía. Pero no advierten que no hay nada más aburrido que la prisa permanente, porque así no pueden gozar de ninguna tarea.




La verdadera paz es una agradable calma que nos mantiene fuertes y saludables para poder disfrutar intensamente de todo lo que la vida nos ofrece, incluso del trabajo. Es como llevar dentro del corazón un inmenso lago de agua mansa y calma en medio de la actividad más agitada. Dios es ese abismo de paz, pero al mismo tiempo lleno de vida, de riqueza y de hermosura. Nada de monotonía ni aburrimiento. No olvidemos que la actividad más intensa es la del corazón. Un corazón lleno de vida de Dios se siente pleno, fuerte, entusiasta, aunque esté en medio de un desierto. No necesita un permanente bullicio o una actividad febril para sentirse vivo.Pero si tiene que actuar lo hace con todas las ganas sin perder la calma. No está adormecido. Está bien  despierto y atento a la vida, pero domina siempre la situación porque confía en el poder de Dios. No se hace esclavo de sus planes, puede seleccionar las tareas y dejar para después lo que puede esperar. Así, en su existencia reina un orden lleno de vida.






Fuente: "Claves para vivir en Plenitud"- Edit. San Pablo - Bs. As. (46-47)


(almas_peq)

No hay comentarios:

Publicar un comentario