domingo, 24 de junio de 2012

¿CÓMO PUEDO ENCONTRAR A DIOS?



Nadie puede saber lo que sucederá mañana. Qué triste sería si lo supiéramos. Toda la emoción de vivir se perdería y nuestra vida sería como una película que ya vimos.

Cuenta la historia de un hombre muy rico y orgullosos que quería encontrar a Dios. Un día se acercó a un ermitaño que vivía en las afueras del pueblo., hombre sabio y prudente, quien lo llevo a lo alto de la montaña. Allí lo dejó durante dos días, sin permitirle beber agua. ¿Cómo lo harías?
El hombre se arrodilló y bajando su cabeza bebió del cañito que brotaba del suelo.
Díjole el sabio:


"Eso es lo que harás para encontrar a Dios. Deja a un lado tu orgullo y reconoce tu necesidad de Dios, la fuente de agua viva, arrodillándote hasta tocar el suelo. Es la única forma de beber el agua que te salvaría de morir de sed. Asimismo para salvar tu alma, debes reconocer que sin Dios no tienes salvación.
Dice el Señor que el que beba el agua que yo le di, no tendrá jamás sed, sino que el agua que yo le de se convertirá en él en fuente de agua que brota para la vida eterna, (Jn 4,14) Y
más adelante dice: Si alguno tiene sed, venga a Mí, y beba el que cree en Mi." (Jn 7,37b) y más aún: "El que tenga sed, que se acerque y el que quiera, reciba gratis agua de vida. (Ap 22,17c)

¿Y  TÚ,  CUÁL  ES  TU  HISTORIA?

                              Bendiciones y Paz.




Fuente: Catholic.net

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