jueves, 7 de junio de 2012

FLORECER DONDE ESTAMOS PLANTADOS...


A diferencia de los teóricos espirituales modernos, Benito comienza con la presencia de Dios en nosotros y nos pide que "ascendamos" hasta el punto de poder aceptarnos a nosotros mismos y cuanto supone la vida debido a ello.

Desgraciadamente, nuestro tiempo suspende el examen con alarmante regularidad. Se nos ha enseñado que Dios es algo que ganar en la vida, que Dios importa, pero las personas y la vida no, y que la vida espiritual tiene que ver con las cosas "espirituales". Pero la verdad es que la santidad está constituída de la materia de lo tedioso, lo cotidiano, lo sencillo, lo verdadero.




Cuando -como dice el póster- aprendemos a <<florecer donde estamos plantados>>, es cuando se acaban el desasosiego, la insatisfacción y los zarpazos sin fin por lo máximo, lo distinto, lo emocionante y lo perfecto.




Fuente: "Doce paso hacia la libertad interior. Retorno a la humildad"- Sal Terrae- Santander- (17)


(almas_peq)

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